Chance es un perro de terapia que superó varios desafíos en su vida para convertirse en un símbolo de resiliencia y esperanza en la comunidad de Kentucky. Fue hallado al borde de la muerte con una bala incrustada en su hombro izquierdo, lo que terminó en la amputación de una de sus patas. Sin embargo, este perro encontró un nuevo propósito en la vida, brindando apoyo a niños que también han perdido sus extremidades.
Chance se convirtió en un miembro activo del hospital Shriners Children's Lexington, y es conocido y querido en toda la comunidad por su trabajo. Su dueña, Andrea White, destacó que el perro tiene una conexión especial con los niños y las familias a quienes visita en el hospital. Según White, Chance ama entrar a las habitaciones y saludar a los pequeños pacientes, aportando alegría y esperanza a sus vidas.
Andrea White adoptó al perro después de su cirugía y notó que su inteligencia era excepcional, como su capacidad para conectarse con las personas. White decidió inscribir a Chance en un curso de terapia para perros, donde aprendió a ayudar a las personas a sobrellevar sus emociones. Una vez completado el entrenamiento, Chance se unió al equipo de trabajo de Shriners Children's Lexington.
El hospital infantil describe a Chance como un perro que ayuda a combatir el estrés y la ansiedad de los pacientes. Sus visitas duran alrededor de una hora, y sirven para mejorar el ambiente de la clínica y provoca sonrisas a los pacientes.
