"Ya no hay espacio para mí": Marcelo Ebrard analiza su futuro fuera de Morena

El ex canciller mexicano Marcelo Ebrard analiza su futuro político fuera del oficialismo tras la contienda interna que perdió ante la ex jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, quien será designada candidata presidencial por la coalición gobernante que encabeza el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

"Lo que nos queda claro es que en Morena no tenemos espacio después de lo de ayer", cuando fue anunciado el resultado de una encuesta del partido gobernante para designar a la nueva dirigencia y candidatura oficialista hacia los comicios de junio de 2024, dijo Ebrard al noticiario nacional de Radio Fórmula.

El exjefe de la diplomacia hizo un recorrido por los principales noticiarios matutinos nacionales un día después de que Morena anunció el final de la peculiar contienda interna dirimida por sondeos para designar a quien conducirá los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, como se denomina la coalición gobernante.

"Vamos a tener una reunión con la gente más cercana, vamos a tomar en cuenta lo que dijo el presidente, vamos a tomar en cuenta con mente más fría los acontecimientos de ayer y tomaremos una decisión", agregó Ebrard al anunciar que la decisión final la tomará el lunes 11 de septiembre.

El exjefe de la diplomacia mexicana considera la posibilidad de una candidatura independiente o aceptar la postulación del Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata), única fuerza representada en el Congreso que no pertenece a las dos fuerzas dominantes del oficialismo y la oposición.

Al retirarse del proceso interno, Ebrard dijo en conferencia de prensa la tarde del miércoles: "hemos encontrado, por desgracia, en el proceso de la encuesta en curso, en las urnas, en las boletas, evidencias en una proporción superior y por eso se tardó tanto todo el proceso. Nosotros afirmamos que esto debe reponerse, ya no tiene remedio".

LIDERAZGO CUESTIONADO

Ebrard evitó confrontarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y enfiló sus acusaciones contra los responsables de organizar el proceso interno: el presidente de Morena, Mario Delgado, y el titular del Consejo Nacional, Alfonso Durazo.

"¡Qué cobardes Mario Delgado y Durazo por lo hecho!", exclamó Ebrard en conferencia de prensa al anunciar su ausencia en el acto de anuncio de los resultados, acusando a los organizadores de utilizar a la policía para impedir el acceso a su equipo de campaña al hotel donde se realizaba el escrutinio final de las encuestas.

"No nos habíamos planteado ese escenario, que se usara ese talante tan autoritario, tomaremos decisiones el lunes", adelantó el político que fue jefe de gobierno de la capital (2006-2011), quien ha perdido otras dos contiendas internas con López Obrador en las presidenciales de 2006 y 2012.

El presidente diseñó un proceso para designar la candidatura oficialista en el que suprimió debates internos, adelantó la contienda a los calendarios oficiales y estableció que todos los aspirantes tendrían asegurados cargos posibles como encargados de la política interior si ganaba el oficialismo, o jefes de las bancadas de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado.

En entrevista con Carmen Aristegui, Ebrard descartó un cargo que no sea la candidatura presidencial: "No estoy negociando una posición, no es mi objetivo. Yo creo que si él (López Obrador) estuviera en mi posición, haría algo muy similar a lo que yo estoy haciendo, es lo que aprendí junto con él".

Por su parte, Delgado intentó poner paños fríos a los señalamientos de Ebrad.

"Él está comprometido con lo que está pasando en el país, es consciente de que estamos en un proceso histórico; hoy (jueves) el presidente comentó que es su amigo, que le tiene respeto, como nosotros también respetamos su trayectoria y su contribución a Morena", dijo el presidente del partido gobernante.

En efecto, el jefe del Ejecutivo se refirió al descontento de Ebrard con el proceso interno: "Espero que decida apoyar la transformación. Es una muy buena persona, un buen dirigente, un buen servidor público, es mi amigo".

El oficialismo mantiene la puerta abierta para el excanciller de 63 años que dejó el cargo para buscar la nominación presidencial.

"Morena es la casa de Marcelo y espero que él así lo valore", subrayó Delgado.

No obstante, defendió la legitimidad de la disputa interna y dijo que va a defender la "integridad del proceso" porque se produjo un "resultado muy consistente" luego de que las cinco encuestas marcaran la misma tendencia.