La noche en la que el dolor de muchos se convirtió en la lucha de miles

La noche en la que el dolor de muchos se convirtió en la lucha de miles

Foto: Enfoque

Lonas y mantas hasta donde la vista alcanza, todos bajo la misma consigna de hablar hasta desgarrarse la garganta por aquellos que no tienen voz y hoy ya no están. Hoy el poblano no tiene tolerancia para más, pues el motivo que ha reunido a todos no causa más que vergüenza.

 

Las cifras oficiales dicen 130 casos este año, pero las víctimas reales no son solo números, sino amigos, compañeros de vida y miembros de una familia que no tenían más que amor para dar. Muñeca, Enedina, Huellitas, Dingo son solo algunos de los más recordados, pero el maltrato animal en esta tierra ha llevado a la gente al hartazgo.

 

Se cuentan por miles con diferentes consignas, personas que anoche salieron a tomar las calles luego de ver cómo un perro o un gato, como el que habita con ellos, vio la peor cara de la humanidad sin merecerlo. El reclamo era solo uno: justicia por los peludos que hoy ya no están y nunca pudieron defenderse.

 

Personas de todas las edades, chicos y grandes que se hartaron de ver el dolor y la muerte, hoy piden a las instituciones, que una y otra vez les han fallado, que detengan esta ola de crueldad que ha hecho a Puebla noticia nacional. "Hoy seré tu voz" son las palabras que mejor expresan lo que aquí pasa, pues la gente dijo ¡basta a la indiferencia!

 

Los señalados son muchos, claro, desde aquel que golpeó a un perro, hasta el que le causó la muerte, aunque la sociedad ve a los culpables de fondo en esos que año con año tocan su puerta para pedir su apoyo y ahora no quieren dar la cara.

 

Entre los asistentes hay, literalmente, superhéroes cuyo objetivo es rescatar y dar nuevas oportunidades a los animales que fueron abandonados y maltratados. Elena, Arturo y Zadrigman son los que más destacan, pero nada de lo que acontece sería posible de no ser por los que organizan: Movimiento Animalista, Patitas Enlodadas y colectivos que han viajado horas para unirse al reclamo y ser voz de los que no la tienen.

 

La calle es totalmente de ellos con la firme convicción de no irse sin que todos noten lo que pasa, todos con un mismo y muy claro objetivo: justicia y no repetición, pero sobre todo no más impunidad. Como en muchas situaciones similares, hay quienes no entienden de luchas, por más justa que estas sean, pero no hay un solo paso atrás, la indiferencia ya no tiene cabida de aquí en adelante, nunca más.

 

En su libro "El mundo y sus demonios", el astrónomo Carl Sagan reconoce que los mamíferos, y una extensa variedad de animales, son capaces de sentir emociones complejas como el miedo y el amor a partes iguales. Curioso, al igual que los humanos, con el distintivo de que ellos no saben demostrarnos más que amor y les hemos pagado con la peor de las monedas.

 

Entre los asistentes se oye algo revelador, pues saben que a pesar de que un animal es víctima de los peores tratos a manos de sus cuidadores, este volverá a mirarlo con la misma ilusión de siempre. Sucesos como el de anoche no son fortuitos, son un llamado a la reflexión y al reencuentro con nuestra humanidad, algo que en nuestro estado parece perdido.

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