Un día como hoy pero de hace 163 años, el entonces presidente Benito Juárez García proclamó las leyes de Reforma, las cuales se volvieron determinantes para la conformación del Estado como lo conocemos hoy y que sigue teniendo repercusión en nuestra vida diaria.
Fue un 6 de septiembre de 1860 cuando Benito Juárez proclamó estas leyes que básicamente se centran en la separación del Estado y la religión, tomando en cuenta que en esa época la iglesia católica seguía tomando parte de la vida política y social del país.
Qué son las leyes de Reforma
Las leyes de Reforma fueron impulsadas por el gobierno de Benito Juárez para limitar la influencia que tenía la religión católica respecto a la vida política y social del país, pues en esa época el clero limitaba incluso a los sectores que no comulgaban con sus ideales.
De forma sintética, podemos decir que las leyes de Reforma sirvieron para separar al Estado de la iglesia, permitiendo delimitar espacios de alcance de cada uno, pero manteniendo relaciones cordiales, más no de influencia del uno sobre el otro.
El segundo punto fue la nacionalización de los bienes del clero con lo cual se restringió la posibilidad de que personajes religiosos como los sacerdotes manejaran bienes raíces y demás negocios a través de la actividad religiosa.
Las leyes de Reforma también permitieron la secularización de cementerios y fiestas cívicas, es decir, pasó a ser responsabilidad del Estado el mantenimiento y operación de panteones, así como de algunas fiestas cuya organización estaba restringida únicamente para el clero.
Finalmente, encontramos que una de las mayores victorias que representó la leyes de Reforma para México fue la libertad de culto, ya que tras su promulgación se acabó con la hegemonía de la Iglesia Católica que impedía profesar cualquier otra religión o culto en el país.
La influencia actual de las leyes de Reforma
Tomando en cuenta lo anterior, podemos encontrar que las leyes de Reforma permiten que hoy en día gocemos de ciertos beneficios que no habrían sido posibles sin la separación de la iglesia y el Estado.
Por ejemplo, las múltiples religiones que se profesan hoy en día es una muestra clara de la libertad de culto que se logró con ellas, pues incluso existen reglamentaciones para poder reconocer a un grupo como una religión y que estos obtengan los beneficios administrativos que ofrece el Estado.
La nacionalización de los bienes del clero también permitió que hoy en día podamos disfrutar obras de arte que durante la colonia eran exclusivas para cierta clase social o incluso restringidas únicamente para el clero.
Muchas de estas obras y bienes inmuebles que antes eran propiedad de la iglesia, ahora pueden ser museos y obras exhibidas al público en general por su gran trascendencia histórica que permiten conocer una parte importante de nuestro pasado.