En muestras de sedimentos de las profundidades del océano, los científicos han identificado una nueva, misteriosa y única especie de bacterias marinas, en un hecho que representa un avance en la comprensión de las condiciones de las profundidades marinas y la microbiología en general.
Un equipo en China cultivó la bacteria en un laboratorio utilizando sedimentos de una filtración fría, un charco específico de líquido rico en nutrientes y lodo en el fondo del océano. Llamado Poriferisphaera hetertotrophicis por el equipo de investigación, pertenece a un tipo de bacterias que no ha sido bien estudiado, aunque está presente en todo el mundo, desde lagos hasta suelos, y juega un papel crucial en el reciclaje de carbono y nitrógeno.
"La mayoría de las bacterias planctomicetos se han aislado utilizando medios de cultivo que son nutricionalmente pobres", explica el microbiólogo Rikuan Zheng de la Academia de Ciencias de
China.
"Así que queríamos ver si el uso de un medio rico en nutrientes permitiría cultivar y caracterizar aún más a los miembros de esta familia poco conocida".
El novedoso enfoque de Zheng y sus colegas en el laboratorio simuló condiciones de aguas profundas. La nueva bacteria P. hetertotrophicis, una cepa marcada ZRK32, creció más rápido que otras bacterias cultivadas y se multiplicó de una manera diferente a otras cepas similares.
El mecanismo en ciernes, donde las células parentales desarrollan brotes que luego se convierten en su descendencia, no se había visto antes en este tipo de bacteria. Tal vez sea un signo de las condiciones más inusuales en las que vive esta cepa.
La nueva especie también parece interactuar con los tipos de nitrógeno, y el ciclo del nitrógeno – de una manera nueva, y vivir junto a un tipo específico de virus, un bacteriófago, que ayuda a su procesamiento del nitrógeno.
Todo esto aporta a los científicos en la comprensión de los procesos químicos que ocurren en las profundidades del océano.
"Nuestros análisis indican que la cepa ZRK32 es una especie novedosa, que crece mejor en medios ricos en nutrientes y libera un bacteriófago en presencia de nitrógeno", declara el microbiólogo Chaomin Sun.
"Este fago-ZRK32 es un bacteriófago crónico que vive dentro de su huésped sin matarlo, añade el investigador. Los bacteriófagos también son importantes para el ciclo del nitrógeno, al igual que las bacterias con las que coexisten. Las investigaciones futuras podrían analizar cómo interactúa el fago-ZRK32 con otras cepas de planctomicetos y cuáles son los efectos en el medio ambiente oceánico.
Aunque las bacterias planctomicetos son tan ubicuas, se sabe relativamente poco sobre ellas en ambientes de aguas profundas, una brecha de conocimiento que el nuevo estudio y las especies de bacterias recién identificadas contribuyen a estrechar.
"Nuestros hallazgos proporcionan una nueva visión del metabolismo del nitrógeno en las bacterias planctomicetos y un modelo adecuado para estudiar las interacciones entre los planctomicetos y los virus", concluye Sun.