La salud sexual y la importancia de políticas públicas efectivas

La salud sexual y la importancia de políticas públicas efectivas

Foto: FreePik

Promover y sensibilizar a la sociedad sobre la sexualidad desde un aspecto esencial del ser humano y un elemento básico de la salud reproductiva requiere de un marco jurídico y políticas públicas que permitan llevarlo a la práctica de forma efectiva.

 

Desde el 2010, la Asociación Mundial para la Salud Sexual estableció el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual, con la finalidad de que este aspecto vital del ser sea de manera satisfactoria, saludable y sin riesgos, ya sea entre adolescentes o adultos.

 

La misma Organización Mundial de la Salud define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social que guarda relación directa con el entorno y la sexualidad de las personas, pero también se deben de garantizar experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia.

 

Uno de los ejes principales que tiene el Día Mundial de la Salud Sexual es justamente el de la población adolescente, pues se deben garantizar condiciones adecuadas al momento de tomar decisiones sobre su sexualidad, así como los servicios de salud.

 

Es por ello que en varios países, incluido México, las políticas públicas en torno a la salud sexual se centran principalmente en los jóvenes y adolescentes, pues a nivel mundial el 60 % ya es sexualmente activos antes de cumplir los 20 años, pero en la mayoría de los casos no utilizó ningún método anticonceptivo durante su primera relación sexual.

 

¿Qué políticas públicas atienden la salud sexual?

 

En el caso de México, encontramos que hay toda una legislación en torno garantizar los servicios de salud, entre ellos los dispuestos para la salud sexual, empezando por la Constitución, donde se habla acerca de la discriminación y la salud reproductiva a través de la libre decisión del número de hijos que desea tener cada persona.

 

Sin embargo, hay leyes más específicas como es la Ley General de Población, la Ley General de Salud, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, así como la Ley Federal de Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.

 

Cada una de las áreas del sistema de salud cuenta con programas específicos que según el estado de la República o la población a la que van dirigidos puede cambiar de nombre, pero están englobadas en el programa de salud sexual y reproductiva.

 

Por ejemplo, hay una estrategia que brinda recursos en línea de orientación, evaluación e información sobre la salud sexual, específicamente para adolescentes que buscan información directamente a través de Internet.

 

En todos los centros de salud del sistema público se ofrecen servicios de salud sexual diseñados para adolescentes y jóvenes que buscan acercar la atención médica de forma confiable y de calidad para los adolescentes, quienes pueden acudir y recibir asesoría de forma confidencial si así lo prefieren.

 

Como parte del esquema de salud pública también hay un servicio especializado con áreas de sexología, endocrinología, urología, ginecología y laboratorio, el cual está dirigido a todas las personas que requieran de alguno de estos servicios, así como de orientación para planificación familiar o enfermedades de transmisión sexual.

 

Justamente en el aspecto de las enfermedades de transmisión sexual están los servicios preventivos, con los cuales se proporcionan condones y pruebas de detección de VIH, sífilis y hepatitis C.

 

Todos los programas arriba citados se pueden solicitar directamente en los centros de salud de las diferentes entidades de la República; para las personas que cuentan con el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social, también lo pueden hacer en estas clínicas.

 

A través del Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación, se ofrece también atención en materia de diversidad, inclusión y no discriminación; asimismo, se garantiza la atención, prevención y rehabilitación de la violencia.

 

 

Las cifras muestran que el 97 % de los jóvenes de entre 15 y 19 años conoce al menos un método anticonceptivo; sin embargo, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no planeados continúan al alza.

 

Es por ello que los organismos internacionales, a través del Día Mundial de la Salud Sexual, impulsan a los países para implementar políticas que socialicen los programas ya existentes, con la finalidad de que los jóvenes tengan acceso de forma más fácil.

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