Devastación y muerte, secuelas de los necesarios huracanes

Devastación y muerte, secuelas de los necesarios huracanes

Foto: FreePik

El huracán Idalia tocó tierra en Florida, Estados Unidos, con vientos arrasadores que superan los 205 kilómetros por hora, lo que lo coloca como uno de los fenómenos naturales más impactantes del año. Era de categoría tres según lo anunciado por el Centro Nacional de Huracanes del país norteamericano, aunque ahora se ha degradado a tormenta tropical. 

  

Antes de llegar a tierra en EU impactó a Cuba, donde provocó estragos con inundaciones y apagones en varias regiones de la isla. Ya en suelo norteamericano fue causa de inundaciones, derribó árboles, vientos dañinos y fuertes lluvias. Se creía que llegaría a México, pero se alejó no sin antes dejar ligeras lluvias en Yucatán. 

  

Se tiene una idea de que estos sucesos naturales son destructivos, pero también traen beneficios para el medioambiente y la sociedad. Por ejemplo, gracias a ellos se mueve agua de los océanos a las zonas de mayor sequía, lo que también ayuda a que los ríos se limpien. De igual manera, son fundamentales para que la temperatura del planeta se regule, aminorando el calentamiento global. 

  

  

Para las personas son de utilidad para que los campos de cultivo se recuperen luego de la sobreexplotación, además de que aumentan la humedad en los bosques y selvas, protegiendo estos ecosistemas y la calidad del aire que respiramos. 

  

México se libró de que Idalia entrara al territorio y desatara una serie de infortunios como otros fenómenos naturales. Ejemplo de esto fue el del huracán Janet ocurrido en 1955 y que llegó a la categoría 5. 

  

En 1976, el huracán Liza de categoría 4 también fue causa de estragos en México en los estados de Baja California y Sonora. Llegó a las costas de La Paz, la zona más afectada, el 30 de septiembre registrando vientos superiores a los 200 Km/h. 

  

Otro similar fue el huracán Gilbert en 1988, categoría 5, que llegó a México con ráfagas de vientos superiores a los 250 Km/h. Tocó tierra mexicana en Playa del Carmen el 14 de septiembre. 

  

Otro de los más dañinos fue el huracán Wilma, que en 2005 azotó a Cancún, Quintana Roo. Llegó a categoría 5 desde el Caribe, alcanzando las costas mexicanas el 21 de octubre de dicho año con vientos de 295 Km/h. 

  

Más reciente, uno de los más catastróficos fue el huracán Manuel del 2013 que, a pesar de que no rebasó la categoría 1, azotó al mismo tiempo que el huracán Ingrid, también de categoría 1. 

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