La exploración espacial es un desafío inmenso y peligroso que ha cobrado la vida de varios astronautas en las últimas décadas. Con la NASA planificando misiones a la Luna en 2025 y a Marte en la próxima década, y los vuelos espaciales comerciales volviéndose algo común, el riesgo inherente a los viajes espaciales plantea preguntas sobre cómo manejar una muerte en el espacio.
Desde los inicios de la exploración espacial humana hace más de 60 años, 20 personas perdieron la vida en misiones espaciales. La mayoría de estas tragedias ocurrieron en entornos presurizados, como las tragedias de los transbordadores espaciales de la NASA en 1986 y 2003, la misión Soyuz 11 de 1971 y el incendio de la plataforma de lanzamiento del Apolo 1 en 1967.
La NASA ya tiene protocolos detallados para gestionar situaciones de este tipo. En misiones en la órbita terrestre baja, como la Estación Espacial Internacional, los cuerpos podrían ser devueltos a la Tierra en cuestión de horas. En el caso de misiones a la Luna, la tripulación podría regresar con el cuerpo en pocos días. Sin embargo, si una muerte ocurriera en el viaje a Marte, el cuerpo probablemente regresaría a la Tierra al final de la misión, que podría ser varios años después.
Las circunstancias varían si alguien muriera fuera de un entorno presurizado. Si un astronauta muriera en el espacio abierto, experimentaría asfixia y sus fluidos corporales hervirían debido a la pérdida de presión y la exposición al vacío. Lo mismo ocurriría en la Luna o Marte, debido a la falta de atmósfera y oxígeno adecuados.
La cuestión del entierro también significa desafíos únicos en el espacio. Tanto la cremación como el entierro en la superficie de otros planetas son poco prácticos debido a consideraciones energéticas y de contaminación. En cambio, es probable que los cuerpos sean preservados en bolsas para cadáveres hasta que puedan ser devueltos a la Tierra.
Además de los aspectos logísticos, los científicos también están considerando cómo abordar las implicaciones emocionales de una muerte en el espacio. Ayudar a la tripulación a lidiar con la pérdida y brindar apoyo a las familias en la Tierra son aspectos cruciales a considerar en la planificación de futuras misiones espaciales, especialmente si la colonización de otros mundos se convierte en realidad.