Científicos anunciaron la recuperación del primer material originado fuera de nuestro sistema solar. Este hallazgo, liderado por el astrónomo Avi Loeb de la Universidad de Harvard, podría tener gran impacto en nuestra comprensión del universo.
El material consiste en alrededor de 700 esferas metálicas diminutas que fueron halladas en el fondo del Océano Pacífico en junio. Avi Loeb, conocido por su defensa de la búsqueda de vida extraterrestre, fue el líder de este equipo de investigación. Desde hace tiempo, Loeb especuló que estas esferas podrían ser fragmentos de una nave espacial alienígena, una teoría que no está exenta de controversia entre la comunidad científica.
Lo que hace que estas esferas sean aún más intrigantes es su composición y tamaño inusual, pues están hechas de una aleación que no se encuentra en nuestro sistema solar y tienen un diámetro de tan solo unos micrómetros. Esto llevó al equipo de Loeb a concluir que es altamente probable que estas esferas tengan un origen interestelar.
Avi Loeb: 'IM1' paper findings: INTERSTELLAR! IM1 has a "likely extrasolar composition." Spherules evidence "supporting its interstellar origin," and "could have originated from a highly differentiated magma ocean of a planet with an iron core outside the solar system or from… pic.twitter.com/La3unRp1Fy
— Vicky Verma (@Unexplained2020) August 29, 2023
El origen de estas esferas se cree que proviene de un objeto que impactó el Océano Pacífico en 2014. El equipo científico utilizó un trineo especialmente diseñado, equipado con imanes, cámaras y luces para explorar el lecho marino durante dos semanas. Durante esta misión, recuperaron muchas esferas brillantes, cada una con menos de un milímetro de diámetro, principalmente compuestas de hierro y trazas de otros metales.
Los análisis posteriores revelaron que algunas de estas esferas poseen "abundancia extremadamente alta" de una composición de elementos pesados sin precedentes, etiquetada como "BeLaU", que no coincide con ninguna aleación terrestre conocida ni con materiales generados por explosiones nucleares.
A pesar del entusiasmo generado por este descubrimiento, también hay voces críticas en la comunidad científica. Algunos colegas de Avi Loeb consideran que sus afirmaciones audaces contaminan la integridad de la investigación científica, al combinar la ciencia genuina con sensacionalismo.
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