Rubiales dimitirá mañana como presidente de la RFEF

Luis Rubiales anunció su dimisión como presidente de la Federación Española de Futbol (RFEF) en medio de su creciente escándalo y una presión abrumadora. La polémica que desató después de un inapropiado beso a Jenni Hermoso, jugadora de futbol, al final del Mundial Femenino, lo cual desencadenó una serie de críticas y cuestionamientos a su liderazgo y gestión de crisis. 

Rubiales tomó la decisión de renunciar luego de una reunión con sus colaboradores cercanos, al ver que su figura se estaba resquebrajando rápidamente. El presidente enfrentó múltiples voces exigiendo su salida tanto en público como en privado. La FIFA lo había expeditado, el gobierno amenazaba con intervención y numerosos clubes y federaciones territoriales se manifestaron en contra de su permanencia en el cago. 

La dimisión de Rubiales se formalizará en una Asamblea General Extraordinaria convocada para abordar la situación. Sin embargo, su figura ya estaba gravemente comprometida, especialmente después del comunicado de Jenni Hermoso a través del sindicato FUTPRO, donde pedía “medidas ejemplares”. 

Sin embargo, la convocatoria de la asamblea enfrentó obstáculos, ya que, según los estatutos de la RFEF, se requería la presencia de al menos la mitad de los 140 asambleístas para su constitución. Muchos presidentes de federaciones territoriales y clubes anunciaron que no asistirían, dejando en evidencia la falta de apoyo a Rubiales. 

Incluso entre aquellos que acudirían, había una clara postura de reprobación hacia su comportamiento. La presión política también aumentó, ya que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, consideró insuficientes las disculpas de Rubiales y sugirió su dimisión o intervención por parte del Consejo Superior de Deportes. 

Rubiales, quien en su momento había sido un árbitro clave entre la Federación y las ligas profesionales, enfrentó un deterioro rápido de su estatus y reputación. A pesar de haber iniciado su mandato con logros como el título de la selección femenina en el Mundial, su gestión concluyó con el escándalo del beso a Jenni Hermoso, del cual no pudo recuperarse.