Un elefante asiático salvaje se convirtió en el protagonista de un inusual acto de cooperación con las autoridades de la localidad de Mengman, al suroeste de China. El paquidermo detectó un paquete de opio de 2.8 kilogramos en una zona de hierba y alertó a la policía fronteriza mediante lo que se ha descrito como "llamamientos" peculiares.
Según informó el medio estatal Global Times, el episodio comenzó cuando las fuerzas de seguridad recibieron una alerta sobre la presencia de cuatro elefantes salvajes merodeando cerca de una aldea en la provincia de Yunnan. Al llegar al lugar, los agentes observaron a uno de los elefantes detenido, investigando cuidadosamente una zona de hierba. Posteriormente, el animal sacó una mochila con su trompa y la lanzó al aire mientras emitía sonidos singulares.
Elephant Patrol in the making! A wild Asian #elephant was seen tossing a backpack while roaming with its herd in Mengman Township, SW China's Yunnan. The bag was later found containing 2.8 kg of opium and the case is under investigation by local police. pic.twitter.com/R24GnKagk3
— People's Daily, China (@PDChina) August 22, 2023
La inspección del contenido de la mochila por parte de los agentes reveló la presencia de opio, una sustancia ilegal obtenida de la amapola y utilizada en la producción de heroína. El caso está actualmente bajo investigación policial y despertó el interés entre los internautas chinos, generando más de 200 millones de visualizaciones hasta el martes por la mañana en la plataforma de redes sociales china Weibo.
Los usuarios no tardaron en elogiar la inteligencia y el agudo sentido del olfato del elefante, sugiriendo que merece ser recompensado con una dieta de frutas, como plátanos. Además, algunos aprovecharon la historia para demandar una mayor protección para los elefantes asiáticos, una especie en peligro de extinción y considerada como un "buen amigo" de la humanidad.
Este incidente también arroja luz sobre el hecho de que, en China, no solo los perros adiestrados en la brigada canina son empleados para tareas de detección de drogas. En febrero pasado, la ciudad de Chongqing anunció que había entrenado a un grupo de ardillas para rastrear estupefacientes en lugares de difícil acceso, indicando su presencia al rascar la superficie donde se ocultaban las sustancias ilegales.
El Ministerio de Seguridad Pública de China confirmó previamente que el país posee uno de los sistemas de control de drogas más estrictos del mundo, con una amplia lista de sustancias prohibidas. El tráfico de drogas a gran escala puede incluso ser castigado con la pena de muerte en China.
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