En México, uno de los temas más controvertidos en las últimas semanas ha sido el de los libros de texto gratuitos de la SEP. Entre señalamientos por una carga ideológica de izquierda, promoción del comunismo e ideología de género, varios sectores se han pronunciado en contra de que se distribuyan y se enseñen en las aulas.
En Chiapas, padres de la comunidad tzotzil quemaron libros en señal de rechazo a los contenidos de la SEP. No es la única medida que se ha tomado, ya que en Nuevo León se presentó una iniciativa para que los padres decidan qué temas deben aprender sus hijos, sumado a que la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, llama a que se cambien los libros por los de años pasados. Por último, la Unión Nacional de Padres de familia los rechaza por su contenido de educación sexual.
A lo largo de la historia, múltiples temáticas o enseñanzas han sido prohibidas en las aulas debido a temas que se consideran tabú o poco aptos para menores. Hoy en día se ve mal la educación sexual, pero en otros momentos también quisieron censurar teorías científicas por atentar contra otro tipo de creencias.
Teoría de la evolución
La evolución ha sido censurada en varias ocasiones, principalmente por grupos conservadores y religiosos que se han negado a que sus hijos aprendan algo que pone en duda la creación de Dios. En mayo de 1925 tuvo lugar el juicio de ‘Scopes’, en el que el profesor de secundaria John T. Scopes fue acusado de enseñar la teoría darwinista, algo prohibido en aquella época en el estado de Tennessee, Estados Unidos.
En el llamado “Butler Act.”, se restringían todas las teorías que fueran en contra de la enseñanza bíblica de la creación divina. Scopes perdió el que fue llamado “El juicio del mono”, y aunque no fue a prisión, sí recibió una multa y perdió en lo social contra los grupos más conservadores. Posteriormente, en noviembre de 1968 se llevó a cabo el juicio de la profesora Susan Epperson contra el estado de Arkansas.
La Suprema Corte de Estados Unidos resolvió en favor de Epperson para que los alumnos pudieran recibir educación científica, precisa y sin interferencia de otro tipo de creencias. Aunque los más conservadores intentaron colar doctrinas como el “Diseño inteligente”, pero fueron vetadas de las aulas por falta de sustento.
Bibliotecas ocultas en Florida
En marzo de 2022, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó junto al Congreso la aplicación de la ley HB 1467, en el que se restringen los contenidos a los que puede tener acceso un alumno, supuestamente, protegiendo el derecho de los padres a decidir los materiales a los que son expuestos, teniendo como objetivo que no se muestre pornografía en las clases.
Con esto, todo tipo de libros dentro de las escuelas deben permanecer fuera del alcance de los estudiantes y tampoco están expuestos a la vista. La verdadera razón es para evitar que se aborden temas que están fuera de la agenda del gobernador republicano, principalmente sobre diversidad y educación sexual, desigualdades y discriminación.
Gracias a esto los críticos de DeSantis afirman que se limitan los temas de interés para los estudiantes y se desincentiva la lectura en los salones de clase. Esta ley entró en vigor desde julio del año pasado y la sanción por no acatar es el retiro de licencia como educador o, incluso, una estadía en prisión. No hace falta violarla completamente, solo ser acusados de hacerlo.
Prohibición en la Unión Soviética
Durante los años de la Unión Soviética se censuraron múltiples escritos debido a que se creía que eran un atentado contra los valores del comunismo y del régimen en turno. Uno fue el clásico de George Orwell, “Rebelión en la granja”, de 1945. En este se relata la historia de unos animales que se rebelan contra el dominio de los humanos, sus opresores.
Al creer que era un llamado en contra del régimen, se prohibió al igual que en otros países como China y Corea del Norte. Lo mismo sucedió con el libro “Doctor Zhivago”, de Boris Pastarnak y publicado en 1957. Inicialmente, lo imprimió la editorial del gobierno, aunque poco después se prohibió debido a su espíritu antirrevolucionario.
También se limitó la distribución de los libros de autores extranjeros que eran considerados poco decentes o burgueses como Marcel Proust o Ernest Hemingway. En cualquier caso, a los estudiantes que se les encontrara alguna de las obras se les acusaba de traidores a la patria o como espías.
Injerencia de la iglesia en Argentina
El año pasado, en Argentina, un grupo de padres de familia se opuso a los libros que incluían educación sexual para los adolescentes, tachándolos de contener material pornográfico. Estos fueron impulsados por miembros de la Iglesia Puritana, quienes consideraron inapropiado que entre los alumnos de 16 años se aborden las relaciones sexuales y afectivas desde la escuela.
Esto es algo que ha ocurrido desde el 2018, cuando los padres de Argentina alegaban que debían ejercer su derecho de decidir cómo educar a sus niños bajo sus ideales y de acuerdo con sus tradiciones éticas y religiosas. Actualmente, el que se prevé como el próximo presidente de la nación sudamericana, Javier Milei, también ha mostrado su desaprobación a estas enseñanzas en la escuela pública.