Taxis piratas, abusando de la necesidad de miles de poblanos

Taxis piratas, abusando de la necesidad de miles de poblanos

Foto: Enfoque

Los taxis piratas se han convertido en un mal necesario, pues a pesar de los múltiples riesgos que tiene utilizarlos, se convierten en la única opción de movilidad para cientos –quizá miles– de personas que diariamente deben de llegar a la escuela o trabajo.  

 

El sistema de taxis piratas cuenta actualmente con un esquema de operación digno de cualquier ruta de transporte público estructurada, en parte a que no se trata de una opción de movilidad nueva y a que hay registros de ella desde el 2017.  

 

¿Cómo surgió?  

 

Fue a finales del 2016 cuando comenzó a circular la Ruta Periférico, ante la alta demanda de transporte para los habitantes de las colonias emergentes en la periferia del área metropolitana, que dejó vacante la extinta Ruta Bicentenario.  

 

Los problemas de la Ruta Periférico no son nuevos y las quejas contra el servicio se centran principalmente en lo irregular que es su frecuencia de paso, pues no solo tienen pocas unidades, sino que además algunas ya son muy viejas.  

 

El pasaje para esta ruta es de 10 pesos, ya que anteriormente era de 7.50 pesos, pues se trata de una ruta suburbana que cubre todo el Periférico en dos derroteros que van desde la 24 Sur, uno hacia Chachapa y otro hacia Finsa.  

 

 

Por los 10 pesos de tarifa mínima los usuarios reciben servicio en unidades antiguas y descuidadas, tanto camiones como microbuses. Además, no es una tarifa fija pues según el número de paradas, el precio va aumentando.  

 

Taxis piratas, una necesidad peligrosa, cuando desapareció la primera Ruta Bicentenario se dio el nacimiento de los taxis piratas, siendo estos conductores de vehículos de alquiler negro con amarillo que empezaron a ofrecer viajes del Bulevar Forjadores a la 11 Sur y de ese punto a Ciudad Universitaria, por una cuota de 10 pesos por persona.  

 

Al no haber un transporte público que supliera al Bicentenario, los taxistas lograron cubrir un poco de las necesidades de los usuarios, pero después comenzaron a ingresar vehículos particulares que hacían la suerte de taxis, tal como los conocemos hoy.  

 

En estos vehículos viajan hasta cinco personas, sin que dejen de ser una opción insegura, por lo que los operativos en su contra comenzaron a hacerse en los diferentes puntos donde operan.  

 

En la zona de Cuatro Caminos, en el municipio de Cuautlancingo, es una de las zonas donde mayor afluencia de este tipo de unidades, seguido por la zona del Bulevar Forjadores a la altura de Plaza San Diego. 

 

El Bulevar Atlixco y la Vía Atlixcáyotl son otros puntos donde los taxis piratas tienen paraderos, incluso en este último punto se han generado conflictos entre organizaciones que controlan el servicio, para controlar dicho espacio.  

 

La lateral del Periférico Ecológico, a la altura de las unidades habitacionales San Bartolo y Agua Santa, son puntos donde también hay una importante afluencia de personas por lo que es común ver a taxistas piratas ahí.  

 

Esta operación se repite en la parte baja del puente del Periférico y la 24 Sur, así como a la altura del fraccionamiento Los Héroes.  

 

A pesar de que los puntos de ascenso y descenso son de conocimiento público, la detención de estos transportistas se complica debido a la estructura detrás de ellos, pues cuentan con "checadores" que alertan a los conductores sobre los operativos. 

 

Se prevé que con la construcción de la Ruta 4 de RUTA, el problema de movilidad acabe y desaparezca finalmente la mafia de estos irregulares

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