Una vez más, el excanciller Marcelo Ebrard Casaubón está en el ojo del huracán por hacer una propuesta en caso de llegar a la presidencia de México. Si bien, el INE prohibió a los aspirantes de Morena pronunciarse sobre este tipo de iniciativas, Ebrard ha hecho varias y la más reciente es el llamado “Pasaporte Violeta”, supuestamente en beneficio de las mujeres.
No tardó mucho para que el plan que presentó fuera criticado por detractores de la 4T, principalmente por que durante el presente sexenio se desaparecieron programas similares como las escuelas de tiempo completo o las estancias infantiles para madres trabajadoras. También acusaron que dicho pasaporte no es un plan hecho con perspectiva de género.
Primero fue el plan ANGEL y ahora es el Pasaporte Violeta, ¿en qué consiste esta nueva propuesta? ¿Es la primera de esta naturaleza? Este plan consta de cuatro ejes: Vida con mayor bienestar, con apoyos económicos de 3,000 pesos para jefas de familia y centros de desarrollo a infancias; Vida más segura con “casas violeta”, transporte público especial, línea de apoyo y asesoría legal gratuita; Vida más sana, sobre cobertura médica, y Vida sin límites para concretar los proyectos de mujeres y dar becas de estudio.
Esta propuesta de Ebrard es similar a una que se desarrolló en el gobierno del Estado de México durante la administración del priista Alfredo del Mazo, el “Salario Rosa”. Este tenía como objetivo ayudar a las mujeres de escasos recursos, madres solteras, en estado de gestación o lactantes, así como a las que se dediquen al trabajo en el hogar sin pago alguno.
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Para esto, se hacía la entrega bimestral de 2,400 pesos, se implementaron programas de capacitación para trabajos, autoempleo y fomento al emprendimiento, así como actividades de desarrollo comunitario. El padrón de ayudas se renovaba cada año y, en los años que lleva su gobierno, supuestamente beneficiaron a más de 700,000 mujeres.
No obstante, este proyecto estuvo rodeado de polémicas, ya que era usado con fines políticos- electorales. En los cinco años que se implementó, denunciaron en varias ocasiones que las beneficiarias tenían que ir a los actos del gobernador.
Según Ebrard, esta es una iniciativa para “ir a otro mundo de nuevas posibilidades para las mujeres”, aunque se le critica por no hablar sobre los programas derogados en el mandato de Andrés Manuel López Obrador. Las estancias infantiles eran un proyecto gubernamental que se encargaba de cuidar a los hijos de las mujeres que trabajaban o estudiaban y que no tenían acceso a programas de guarderías del IMSS.
En 2019, el gobierno federal anunció que retiraría el presupuesto para asignarlo directamente a las familias, por lo que la mayoría dejó de operar y, aunque en teoría las mujeres recibían el dinero sin intermediarios, muchas no pudieron costear una guardería privada.
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Por otra parte, las escuelas de tiempo completo brindaban servicio más de 200 días hábiles al año con jornadas extendidas de seis a ocho horas diarias. Esto beneficiaba a los niños, quienes tenían más tiempo de aprovechamiento para estudiar, leer y hacer actividades recreativas, pero también era una ayuda para las madres que no tenían el tiempo de recoger a sus hijos más temprano.
Si bien en el Pasaporte Violeta del aspirante morenista se enuncia la posibilidad de establecer estancias para el desarrollo de la niñez, no se ha dicho si se harán del mismo modo para dar beneficio real.
Otra crítica es si esta hipotética política está planeada con verdadera perspectiva de género. Este tipo de propuestas deben hacerse con el fin de resarcir las brechas de desigualdad y equiparar las oportunidades entre hombres y mujeres, todo desde una visión integral y tomando en cuenta para su conformación la opinión de las mujeres, pues son ellas las que deben ser parte de los cambios que más les impacten.
A pesar de que algunos de los puntos, como el que abre la posibilidad de regresar algo parecido a las estancias, puede ser benéfico, Marcelo Ebrard no dijo si esto se planteó desde una perspectiva que incluyó a otras mujeres para idearlo, o si está hecho desde una visión electorera.
