Marilyn lectora. El libro a la defensiva

Marilyn lectora. El libro a la defensiva

El pasado primero de junio se cumplieron 97 años que nació Norma Jeane Mortensen y el 4 de agosto,  sesenta y uno que murió Marilyn Monroe (MM).  En ambos nombres que eran uno solo, no se podrían separar tampoco las dos mujeres reales que fue ese famoso símbolo sexual. Uno, este último, que fue creado desde los intersticios  de las compañías cinematográficas, para lanzar un bólido erótico. Y otro, el que se opuso, el de la joven intelectual que realmente penetraba en los recovecos de la mente. Se mencionan profundas discusiones con ella, en tono cultural. Después de ver las torpezas femeninas opositoras que de símbolo no tienen nada, mucho menos de intelecto, nos ponemos en el lugar de aquella trágica actriz, para gravitar en su mente la existencia de esa dicotomía. Mujeres sensuales han sido creadas y son  realmente muchas en ese mundo expuesto de la actuación, sea la que sea. Pero que en una se junten realmente las dos posturas, no es posible que haya muchas.  El caso de Marilyn Monroe ha sido objeto de sesudos análisis y de estrellas radiantes de la cámara que buscaron a ese fenómeno. La que más la encontró fue la fotógrafa Eve Arnold, que la retrató leyendo a James Joyce.

 

LA FOTO DE MM LEYENDO  A JOYCE, DETERMINA EL INTELECTO QUE SE ESCONDE

 

La creación de un mito sexual para los grandes negociantes del cine, significa una gran  inversión. Pero implica ciertas características que  no pueden ser soslayadas, mostrar a una mujer bellísima... pero tonta ¿Para qué quiere alguien a una intelectual frente a un erotismo ardiente? Fue en ese momento, según lo describe Stefan Bollmann en su libro Mujeres y libros (Seix Barral 2015) que las compañías se empezaron a preocupar. En un análisis publicado por el propio Bollmann, de la británica Jeanette  Winterson, se expone ese peligro cuando lee a Joyce: el suyo no es un  instante del cuerpo, sino de la mente. Nos asomamos a su intimidad, a un instante de pertenencia. No es la rubia tonta que enloquece con su cuerpo sensual, sino la muchacha que piensa, que dialoga consigo misma, sobre lo que lee, a partir de un escritor como el irlandés, “que al margen de exploraciones literarias y psicológicas que llevó  a cabo de manera ejemplar James Joyce, no había información” agrega Bollmann.

 

 FOTOS DE LECTORA DE MARILYN NO GUSTARON A PRODUCTORAS

 

Yo recuerdo muy joven, cuando una persona fue a buscarme muy noche, para decirme que Marilyn se había suicidado. Yo escribía entonces en el naciente diario El Sonorense.  El caso causó conmoción al día siguiente. No recuerdo que alguien mencionara el tema de las fotos de MM leyendo libros. Antes, las fotos de Eve habían seguido adelante, pero al parecer a un público prosaico no les interesó y las productoras pensaron que si esa campaña seguía se vendría abajo la imagen de la rubia sensual. A Eve le valió y gracias a ella dice Bollmann, nos llega en la posteridad la verdadera esencia de Marilyn Monroe. En su libro Mujeres que leen son peligrosas ( Editorial Círculo de Lectores 2005) que yo tengo en portugués, Bollman cierra la edición con una aceptación de Eve de mostrar doble a MM; la rubia sensual leyendo en bikini a Joyce en 1952. En el libro anterior,  sale en traje de baño en su lectura. Lo que llamaba la atención  eran las disquisiciones en torno a si una mujer debe o no de leer y por que lo hace. No hay episodios famosos en los que los actores hombres estén sometidos a esa vigilancia como personajes públicos.

 

AQUÍ, PERSONAJES PÚBLICOS APARECEN EN CONTRA DE LOS LIBROS

 

La campaña que ha iniciado la oposición en contra del libro de texto gratuito, no  tiene nada que ver con el interés de su contenido según se desprende de la propia situación. Será hasta el 8 de agosto cuando tal libro empezará a presentarse en Palacio Nacional. Quiere decir que  no anda circulando si bien lo pueden tener unos cuantos y en las bodegas propias de los estados ya está instalado para ser puesto en circulación en las escuelas, el 28 de agosto. La mención de MM en  fechas en las que se cumple otro año de su controvertido suicidio, es para señalar como el libro siempre es polémico en cualquier nivel y circunstancia, en discutir si una rubia sensual debe leerlos, si se deben de eliminar en este momento en México, si los libreros deben destruirlos si no hay organismos que los rescaten. El libro, como ser viviente, está a la defensiva y tiene mil formas de enfrentar los obstáculos. Por fortuna sigue vivo.