![¿Qué ha pasado en Puebla con la Ley de Lactancia Materna?](https://imagenpoblana.com//medios/diario/20230803/250115_large.jpg)
A más de tres años de que se aprobó la Ley para la Protección, Apoyo y Promoción de la Lactancia Materna en Puebla, aún es posible ver que muchas mujeres desconocen las obligaciones que tienen los centros de trabajo para la instalación de lactarios o salas de lactancia que permitan llevar con dignidad este proceso natural de la maternidad.
Desde 1992 la Organización Mundial de la Salud instauró la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la cual se conmemora del 1 al 7 de agosto, y tiene como finalidad concientizar y estimular la planta sea materna, así como que se lleve a cabo de forma digna.
Puebla fue el tercer estado en generar y aprobar la Ley de Lactancia Materna en el país, sumándose entidades como Nuevo León y Estado de México, que fueron las primeras en adoptar esta medida que ya estaba contemplada por la legislatura federal.
Entre los diferentes puntos que incluye esta legislación, destaca el derecho que tienen las mujeres a acceder a espacios para amamantar, además de que deben de tener acceso a capacitaciones en la materia y no verse discriminadas por hacer dicha actividad, en sus centros de trabajo.
Para ello, se estipula que las empresas deben de contar con lactarios o salas de lactancia con la finalidad de que las madres puedan llevar a cabo el proceso de amamantamiento o extracción de leche, facilitando todas las condiciones necesarias para conservar este alimento.
Lactancia Materna ❤️
— Dr. Robert Núñez ???????? (@drrobertnunez) July 26, 2023
Explicarlo con palabras no se compara a verlo de esta forma, realmente único ????????✨ pic.twitter.com/jHSGB3oh8Q
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, así como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), estos lactarios deben de ser de fácil acceso y garantizar la privacidad para que las madres puedan llevar a cabo el proceso de amamantamiento o extracción.
Para ello se debe de contar con un refrigerador con congelador independiente que permita la conservación de la leche extraída durante la jornada laboral; debe de haber un fregadero, contar con jabón líquido para la limpieza e higiene de la madre.
También debe de haber un dispensador de agua potable; sillas ergonómicas, cómodas y lavables; mesas; termómetro; un pizarrón blanco; tomas de corriente de luz; así como un reglamento y cartel informativo sobre recomendaciones para el amamantamiento o extracción de la leche.
Además de los espacios, la ley establece que debe de haber una promoción sobre la cultura laboral donde haya respeto hacia las mujeres y específicamente hacia las madres trabajadoras.
Pero a tres años de que se aprobó esta ley en el Congreso del Estado, no existen indicadores que permitan conocer cuál es el avance en la aplicación de los reglamentos aquí establecidos.
El reglamento de esta ley no establece un mecanismo para poder dar seguimiento a la aplicación de las diferentes disposiciones, aún y cuando se establecen multas y sanciones para los centros de trabajo que no la acaten.
Por ejemplo, están establecidas multas que van de los 4,500 a los 45,000 pesos para que ellos centros de trabajo que no faciliten a las madres un tiempo en su jornada laboral para poder hacer este proceso.
Asimismo, se establecen multas que van de los 45,000 pesos a los 180,000 pesos para aquellos centros de trabajo que no coloquen lactarios o creen salas de lactancia en sus instalaciones para que sus colaboradoras puedan hacer este proceso.
Esto impide conocer a detalle qué empresas sí y cuáles no han cumplido con la colocación de la sala de lactancia, por lo que las redes sociales y las experiencias de personas cercanas son el único parámetro que se puede tener sobre el seguimiento a esta legislación.
Destaca que recientemente una periodista utilizó sus redes sociales para exhibir la situación que se vive en el Congreso del Estado con su sala de lactancia, la cual no cuenta con las mejores condiciones de operatividad a pesar de que uno espera que este espacio fuera un ejemplo para el resto.
La periodista señaló que el lactario no era accesible para todas las personas, pues está permanentemente cerrado y únicamente lo puede abrir el personal cuando se les notifique con tiempo, por lo que prácticamente las extracciones tienen que estar programadas.
Una vez que logra ingresar a la sala de lactancia, resulta que el Congreso del Estado decidió mantener el refrigerador desconectado, lo cual evidentemente afectará su desempeño para la conservación de la leche materna durante la jornada laboral.
La crítica que hizo la periodista fue secundada por otras opiniones de mujeres que señalaron que en sus centros de trabajo no había este tipo de espacios o si existían, nunca se los habían notificado.
Por experiencias personales, se sabe que algunas empresas importantes sí cuentan con salas de lactancia o espacios destinados para que las madres trabajadoras puedan rhacer la extracción de leche o, en su caso, amamantar a sus bebés.
Semana mundial de la lactancia materna#SabíasQue la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes protege el derecho de los infantes a ser amamantados.#DerechoALactanciaMaterna pic.twitter.com/aWM3VadQ9W
— Museo de las Constituciones, UNAM (@MConstituciones) August 3, 2023
Empresas importantes de Puebla como Volkswagen son un ejemplo en este ramo, al igual que ocurre con algunas de sus proveedoras que están instaladas en el parque industrial Finsa, en el municipio de Cuautlancingo.
En el rubro de servicios encontramos que algunas tiendas departamentales también han decidido acatar la ley y brindar todas las facilidades para sus trabajadores, como es el caso de la cadena Liverpool.
Esta popular tienda no solamente ofrece una sala de lactancia para sus trabajadoras, sino que además replica este espacio para sus clientes en general, habilitando espacios dignos y cómodos para que mujeres puedan amamantar a sus hijos mientras realizan sus compras.
Hay que recordar que lo que quiere con esta ley es la erradicación de viejas prácticas, como lo era el orillar a las mujeres a extraerse leche o amamantar a sus hijos en sanitarios, que además de poco higiénicos, son completamente indignos para llevar a cabo esta actividad.