Científicos de Brasil, Australia e Italia lograron recrear el rostro de una mujer que vivió hace 45,000 años, lo que la convierte en el ser humano anatómicamente moderno “más antiguo” jamás secuenciado genéticamente. Conocida como Zlaty Kun o “caballo dorado”, sus restos fosilizados fueron hallados hace más de 70 años en un sistema de cuevas en lo que hoy es República Checa.
Por medio de tomografías computarizadas del cráneo incompleto de Zlaty, los investigadores crearon una figura 3D y emplearon datos estadísticos recopilados en 2018 por otros científicos para completar las partes faltantes, logrando así una reconstrucción completa de la estructura ósea de su cabeza.
El análisis de ADN del cráneo reveló que aproximadamente el 3 % de su genoma tenía orígenes neandertales, lo que sugiere que esta mujer fue parte de los primeros Homo Sapiens que habitaron Eurasia. La imagen facial recreada muestra una mandíbula robusta y una cavidad cerebral de gran tamaño, característica que se atribuye a sus raíces neandertales.
New facial approximation of the Zlatý kůň woman from the Czech Republic offers a glimpse of what she may have looked like 45,000 years ago. pic.twitter.com/H489cu8f39
— Nrken19 (@nrken19) July 31, 2023
Inicialmente, lo expertos que examinaron el cráneo pensaron que pertenecía a un hombre debido a ciertas características óseas similares al sexo masculino de las poblaciones actuales. Los investigadores decidieron especular sobre su apariencia, dando al rostro recreado un cabello oscuro y rizado, así como ojos de tonalidad marrón.
Aunque no se contaba con datos sobre la piel ni los colores de los ojos de Zlaty, los científicos crearon dos versiones de la imagen facial: una más objetiva y científica, sin color ni detalles adicionales, y otra más especulativa, con piel pigmentada, ojos abiertos, pelaje y cabello, con el objetivo de hacerla más comprensible para el público en general.
Otro hallazgo interesante fue que el volumen endocraneal de Zlaty, es decir, la cavidad que alberga el cerebro era más grande que el de los humanos contemporáneos. Sin embargo, los investigadores explican que esta característica se debe a las mayores similitudes estructurales entre Zlaty Kun y los neandertales, en comparación con las personas modernas.
