Una colonia humana en la atmósfera de Venus, el ambicioso plan del cofundador de OceanGate

Una colonia humana en la atmósfera de Venus, el ambicioso plan del cofundador de OceanGate

Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate Expeditions, hizo público su ambicioso sueño de ver a 1,000 humanos viviendo en la atmósfera de Venus para el año 2050. A pesar del reciente accidente fatal del sumergible Titán, propiedad de su compañía, Söhnlein no se desanima y sigue decidido a superar los límites de la innovación. 

  

Pese a que los expertos advierten sobre las condiciones extremas de Venus, como temperaturas capaces de derretir el plomo, atmósfera repleta de dióxido de carbono y ácido sulfúrico, y una presión atmosférica más de 90 veces superior a la de la Tierra. Söhnlein mantiene la esperanza en una franja de la atmósfera venusiana, a unos 50 kilómetros de la superficie, donde teóricamente los humanos podrían sobrevivir debido a temperaturas más bajas y menor presión. 

  

El emprendedor sugiere la idea de una colonia flotante en la atmósfera de Venus, con capacidad para 1,000 personas en 2050. Aunque no está claro cómo se llevará a cabo este proyecto, Söhnlein cree que diseñando una estación espacial capaz de resistir el ácido sulfúrico en las nubes, cientos o miles de personas podrían vivir en esta colonia flotante. 

 

 

Con una visión multiplanetaria arraigada desde su infancia, Söhnlein ha creado la fundación Humans2Venus en sociedad con el empresario Khalid Al-Ali. La fundación tiene como objetivo proponer conceptos comerciales y startups que superen las barreras para llevar humanos a Venus en un futuro cercano. 

  

A pesar de los desafíos técnicos y logísticos, expertos como Andrew Coates del University College de Londres, señalan que si hay voluntad política y suficiente financiamiento, la humanidad podría hacerlo. Sin embargo, también se cuestiona si Venus es un objetivo adecuado para la colonización humana, teniendo en cuenta las condiciones hostiles y la necesidad de personas con características especiales para sobrevivir en ambientes cerrados por períodos prolongados. 

  

Aunque algunos expertos consideran que la Luna sería una opción más viable para la expansión humana fuera de la Tierra, la pasión de Söhnlein por hacer de la humanidad una especie multiplanetaria continúa impulsándolo a explorar y promover nuevas fronteras espaciales. 

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