Una de las noticias más relevantes y mediáticas en los últimos días son las declaraciones de extrabajadores de Estados Unidos, quienes aseguraron que su gobierno tiene en posesión OVNIS y restos de cuerpos no humanos. Esta no es la primera vez que se infiere la posible existencia de seres extraterrestres, aunque las declaraciones se han desprestigiado por un común denominador.
Las declaraciones de Ryan Graves y David Fravor, expilotos de la Marina, y las de David Grusch, otrora oficial de seguridad del Pentágono, afirman que el gobierno oculta la existencia de varios ovnis y restos no biológicos, presuntamente extraterrestres de los que no pudieron aportar pruebas tangibles fidedignas.
Supuestamente esto es un secreto hasta para congresistas y otros políticos, pero según Grusch esto no lo podía revelar más a detalle por tratarse de secretos confidenciales. Rápidamente un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos salió a desmentir lo que dijeron los tres hombres, explicando que no existe información o pruebas que respalden lo que dijeron Grusch y compañía.
Esto despertó el interés, no solamente de los curiosos y aficionados del fenómeno ovni en todo el mundo, sino de los representantes estadounidenses, pues se dice que también han pedido más información sobre dichos objetos provenientes de otros planetas. Lo sucedido en el Capitolio es una más de las confirmaciones, aunque sean solo en dichos, de que seres de otros planetas han venido a la tierra.
En junio de este año, hace mes y medio, fue el mismo David Grusch quien aseguró que el Pentágono tiene en sus manos múltiples naves de ovnis, “intactas y parcialmente intactas”. En aquella ocasión la noticia no trascendió de la misma manera porque se pronunció en una entrevista, no en una instancia tan elevada como la reciente.
En mayo también un equipo de 16 científicos de la NASA afirmó que este verano se publicaría su primer informe sobre Fenómenos Anómalos No Identificados (FANI), una forma más técnica de referirse a los ovnis. El motivo de esto es que creen que tanto ellos como el gobierno de EU debían tomarse con más seriedad el tema e investigarlo.
La intención es, en primera instancia, comprender cuál es el origen de los ovnis y cómo analizarlos correctamente desde la ciencia, ya que hay mucha desinformación sobre ello. Sin embargo, reconocieron que la naturaleza de las indagatorias requieren confidencialidad, por lo que habrá limitaciones en los elementos de detección y en la difusión de información.
Un punto en el que coincidieron los 16 expertos en aquel momento es que no existe, hasta la fecha, evidencia clara y contundente sobre el origen extraterrestre de los ovnis, es decir, que no afirman que los avistamientos se deban a naves de otras galaxias, pero tampoco se descarta.
Otra serie de investigaciones son el llamado “Proyecto Libro Azul”, hechas por la Fuerza Aérea de Estados Unidos entre 1952 y 1969. El objetivo real era conocer a cabalidad cuál era la naturaleza de los múltiples avistamientos en el cielo y dictaminar si eran riesgos para la seguridad de la nación, aunque también se orientó a saber si hay vida extraterrestre.
Se analizaron más de 12,600 avistamientos dados en más de 20 años para apaciguar la inquietud de los aficionados del fenómeno ovni. Muchos fueron reportados por militares y pilotos de combate, pero sus testimonios fueron atribuidos a globos meteorológicos, gases, eventos del clima y cambios de temperatura.
Algo en lo que coinciden las diferentes investigaciones y testimonios es precisamente en que ninguna está respaldada por pruebas reales o fueron hechas por quienes ya no trabajan en el gobierno, mientras que los trabajadores en activo niegan tales hechos.
Algo real, es que antes los pronunciamientos no se hacían por gente con algún cargo importante, solo por aficionados a los que descalificaban inmediatamente, además de que cada vez son más frecuentes y parece que empiezan a tomarse más en serio, incluso abordándolo desde una perspectiva científica.