Muchas veces, las personas utilizan la expresión “Es más fácil que te caiga un rayo...” para referirse a cosas que pueden ser muy poco probables; sin embargo, se trata de una realidad si tomamos en cuenta las estadísticas sobre este tipo de accidentes.
Uno de los ejemplos en los que más se utiliza este tipo de expresiones es para referirse a los accidentes aéreos, en los que encontramos que la probabilidad de que se caiga un avión es de una entre 11 millones, mientras que las probabilidades de que a alguien le caiga un rayo es de una entre 3,000.
Esto quiere decir que es más fácil que alguna persona en su vida sea alcanzada por un rayo, a que se ve involucrada en el desplome de un avión, aunque las estadísticas se invierten si tomamos en cuenta las probabilidades de sobrevivir.
Por ejemplo, la probabilidad de vida en un accidente aéreo es de apenas un 20 %, mientras que el 90 % de las personas que son alcanzadas por un rayo sobreviven, por lo que podemos establecer que solamente una de cada 10 personas que sean alcanzadas por un rayo morirán fulminadas por este fenómeno natural.
¿Cómo prevenir este tipo de accidentes?
Independientemente de las estadísticas, encontramos casos que ocurren a diario y que no siempre tienen el final estadístico más probable.
Por ejemplo, recientemente se dio a conocer que, en Tabasco, dos jóvenes de 15 y 17 años que se jugaban futbol bajo la lluvia murieron tras ser alcanzados por un rayo.
El percance ocurrió a principios de esta semana, pero destaca que hubo varios factores que pudieron alertar a los jóvenes y prevenir el fatal desenlace.
En primer lugar, los jóvenes jugaban bajo la lluvia, pero llevaban varios minutos de estar bajo una tormenta eléctrica, situación por la cual debieron haber suspendido el juego inmediatamente.
Incluso, en los partidos profesionales de futbol se permite jugar bajo la lluvia, pero ante la presencia de relámpagos las autoridades encargadas de la organización están obligadas a detener el juego.
El Servicio Meteorológico Nacional emite año con año, durante la temporada de lluvias, diferentes recomendaciones para evitar ser sorprendidos por la caída de un rayo y salvaguardarse de una tormenta eléctrica.
En las recomendaciones destaca que durante una tormenta eléctrica el único lugar seguro es una construcción sólida o un vehículo cerrado con techo de metal.
Si estás en una cabaña o un vehículo convertible, el riesgo de que caiga un rayo sobre dicha estructura y causarte lesiones son superiores, por lo que se deben de evitar como sitio de resguardo.
Hay que recordar que un rayo es electricidad y un inmueble bien construido con varillas de metal servirá para conducir toda esta energía sin causar daño a las personas.
Durante una tormenta eléctrica se debe evitar a toda costa estar en lugares abiertos, como campos deportivos o de siembra; además, hay que alejarse de las zonas altas como cerros o montañas.
Es importante que durante una tormenta eléctrica, e incluso durante una lluvia normal, no busques refugio debajo de un árbol, además siempre será más seguro resguardarte solo, pues si lo haces en grupo se genera un campo de captación de energía más amplio.