Los Gobiernos de México y de EEUU se comprometieron a combatir el tráfico ilegal de personas, armas y drogas, en particular del opiáceo sintético fentanilo, en una declaración conjunta emitida este martes tras la visita de una delegación estadounidense encabezada por la asesora de seguridad nacional, Elizabeth Sherwood-Randall.
El texto conjunto contiene los acuerdos alcanzados la víspera "sobre esfuerzos compartidos para combatir el fentanilo ilícito, interrumpir el tráfico de armas y manejar la migración de manera humana", en la reunión del presidente Andrés Manuel López Obrador y funcionarios de su administración con altos cargos de Washington, entre ellos la fiscal general adjunta, Lisa O. Monaco, y la subsecretaria interina de Seguridad Nacional, Kristie Canegallo, indica el texto conjunto difundido por la cancillería.
La reunión tuvo el propósito de avanzar en la "significativa cooperación", incluyendo la lucha global contra el fentanilo y las sustancias químicas de uso dual, el combate al tráfico de armas, la gestión de la migración y la modernización de la frontera terrestre compartida de casi 3.200 kilómetros.
Las partes "reconocen que descubrir, interrumpir y desmantelar las redes de tráfico de armas de fuego es fundamental en nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el fentanilo ilícito, y estamos comprometidos a abordar el tráfico de armas de fuego que contribuye a la violencia y a la destrucción en ambos lados de nuestra frontera compartida", prosigue el documento acordado.
Esta reunión se basó en encuentros anteriores recientes de alto nivel dirigidos por la asesora Sherwood-Randall y la secretaria mexicana de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez.
Los líderes acordaron continuar los esfuerzos conjuntos bajo el marco del Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras de ambos países.
Ese acuerdo implementado desde 2021 se enfoca en "combatir a los narcotraficantes; interrumpir el suministro de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo ilícito; prevenir el tráfico de estos narcóticos mortales a través de la frontera compartida; y promover los servicios de salud pública para reducir el daño y la demanda e incrementar los servicios de tratamiento".
En la reunión celebrada en Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, las delegaciones también discutieron los desafíos y avances en la cooperación respecto a la migración regional.
En ese marco, acordaron continuar forjando una respuesta a nivel regional basada en los principios establecidos en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección.
Los representantes de alto nivel se comprometieron a "ampliar aún más la disponibilidad de vías legales en toda la región, incluyendo hacia México y EEUU; también discutieron la expansión del trabajo conjunto de desarrollo en Centroamérica y mantener consecuencias sólidas para la entrada irregular", en la frontera compartida.
Finalmente, acordaron seguir avanzando en el trabajo en curso para modernizar y promover proyectos de infraestructura que apoyan a comunidades fronterizas, fortalezcan la relación y la seguridad bilateral.