¿Hay tramos carreteros malditos o solo malos conductores?

La falta de pericia al conducir, el mal estado del pavimento y sobre todo el exceso de velocidad influyen directamente en algunos hechos de tránsito y provocan que algunos tramos, en determinadas vialidades, se vuelvan constantemente escenario de percances viales.

Un ejemplo claro es la autopista Puebla-Orizaba, a la altura de la unidad habitacional Villa Frontera, donde constantemente ocurren accidentes y varias veces con resultados lamentables como la muerte de un hombre, ayer.

En el caso ocurrido, encontramos que se trató de una falta de pericia por parte del conductor de un tractocamión, el cual golpeó a un vehículo particular y lo proyectó contra el camellón central, haciendo que se estrellara contra uno de los pilares del segundo piso.

El transporte de carga ha sido el responsable de muchos de los percances viales registrados en este tramo, pues hay que recordar que aquí hay un distribuidor vial que enlaza con la Vía Corta a Santa Ana, por lo que el tránsito de este tipo de unidades es constante.

A la falta de pericia también podemos sumarle el exceso de velocidad, pues hay que recordar que los tractocamiones y vehículos foráneos están libres de fotomultas, por lo que constantemente exceden el límite de velocidad que en este tramo es de 90 kilómetros por hora.

Otros tramos peligrosos

Pero si hacemos una revisión hemerográfica, encontramos que hay otros tramos carreteros que son igual o más peligrosos que el ya mencionado, por ejemplo el Periférico Ecológico que tiene varios tramos en los cuales constantemente ocurren hechos de tránsito.

Uno de los más comunes es el tramo que comprende al distribuidor vial de la 24 Sur y el Bulevar Valsequillo, pues se trata de una zona elevada y con curvas que se vuelve principalmente peligrosa cuando el pavimento está mojado.

Aunque los automovilistas que se han siniestrado en este punto señalan que el concreto hidráulico con el que está construido este tramo se vuelve altamente resbaloso con la lluvia, lo cierto es que también tiene que ver la velocidad a la que circulan las unidades.

Basta con que algún vehículo circule a más de 90 kilómetros por hora, sus neumáticos no estén en buen estado y no tenga la suficiente pericia para conducir en condiciones climáticas adversas como la lluvia, para que se pueda generar un percance vial que involucre a otros vehículos.

En el Periférico Ecológico también hay otros tramos donde se registran constantes hechos de tránsito cuando llueve, tal es el caso del espacio que corresponde al distribuidor vial con el Bulevar Atlixco.

Es justo frente a la casa de justicia de San Andrés Cholula donde ocurren constantemente carambolas que se ocasionan no solamente por el exceso de velocidad y la falta de pericia, sino también por el pavimento mojado.

Los casos generalmente se vuelven más aparatosos en este punto porque las unidades siniestradas se van a la cuneta central, por lo que un simple choque o carambola termina convirtiéndose en una aparatosa volcadura.

Aquí también tiene que ver el diseño de la vialidad, pues justo en este distribuidor vial hay salidas e incorporaciones a los carriles centrales del periférico ecológico, que muchas veces generan caos entre los automovilistas.