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El consumo de azúcar y endulzantes artificiales es un tema asociado comúnmente a los problemas de salud que implica su uso en la vida diaria, más aún cuando podría tener implicaciones cancerígenas.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud, a través de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, dio a conocer que el edulcorante denominado aspartamo, es posiblemente cancerígeno para los humanos.
El dictamen señala que la evidencia científica obtenida hasta el momento es limitada; sin embargo, hay indicios de su capacidad para producir células cancerígenas en el organismo de los seres vivos.
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Ante esta situación surge nuevamente el debate sobre si los edulcorantes son una verdadera alternativa ante el uso del azúcar, que por muchos años ha sido estigmatizado por los problemas de salud que provoca, principalmente la obesidad.
Partiendo de la información publicada recientemente por la Organización Mundial de la Salud, encontramos que, a pesar de la nueva evidencia, se sigue manteniendo el consumo máximo recomendado de 40 miligramos por kilo de peso al día.
Esto quiere decir que una persona de 70 kilos debería de ingerir máximo 2.8 gramos de aspartamo diariamente, aunque siempre será recomendable pausar la ingesta o evitarla siempre que sea posible.
Este edulcorante tiene una gran cantidad de usos en la industria alimenticia debido a que es hasta 200 veces más dulce que el azúcar y su composición es química a través de una molécula de metanol, fenilalanina y ácido aspártico.
Sin embargo, dejar de consumir aspartamo puede considerarse un reto difícil ya que actualmente se utiliza en una gran cantidad de productos industrializados como pueden ser jugos, refrescos, chicles, gelatina, cereales, helado y hasta en la pasta para dientes.
Su uso se da principalmente en aquellos productos que aseguran ser dietéticos o light, como pueden ser los refrescos y que en una presentación de 355 mililitros tiene aproximadamente 200 a 300 miligramos de aspartamo.
¿Es más sano el azúcar?
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Técnicamente es complicado establecer si el aspartamo es menos dañino para la salud que el consumo de azúcar convencional, independientemente de que los hallazgos sobre su relación con el cáncer sean limitados y hasta poco probables.
Y es que el aspartamo previamente había sido señalado con otras investigaciones en las cuales guardaba relación con la aparición de tumores y enfermedades del hígado.
Todas las investigaciones hasta el momento señalan que no hay evidencia suficiente para asegurar que esta sustancia provoca todo ese tipo de enfermedades, es decir, se presume, pero no hay evidencia para asegurarlo.
Caso contrario ocurre con el azúcar, pues los estudios para conocer su impacto con la salud de los humanos sí han sido concluyentes y establecen una relación directa con una de las enfermedades más graves a nivel mundial que es la obesidad.
El consumo de azúcar convencional tiene afectaciones directas con esta enfermedad, pero también con problemas en el corazón, en el hígado y hasta en el sistema respiratorio.
Es por ello que de forma objetiva se puede decir que el aspartamo podría no ser mejor que el azúcar, pero el azúcar tampoco debe de verse como una alternativa más saludable.
Actualmente existen en el mercado otro tipo de endulzantes naturales que no cuentan con azúcares refinados y que podría ser una mejor alternativa como puede ser la estevia, miel de abeja, azúcar de coco, panela, melaza de abedul y hasta el aceite de dátil.
