Rommies, la “solución” para los que no quieren esforzarse y tener su propia vivienda

Vivir con roomies o compañero de habitación es un modelo de vivienda colaborativa que ha ganado auge en las generaciones jóvenes, especialmente entre profesionistas que quieren una forma más flexible de vivir, económicamente hablando, porque en sus planes no está el esforzarse para adquirir su propia vivienda.

El modelo de roomies también puede ser atractivo para aquellos que desean un estilo de vida más sostenible y consciente. Al compartir recursos, como electrodomésticos y espacios comunes, se pueden reducir los impactos ambientales y promover un consumo más responsable. 

Así que, en lugar de alquilar un apartamento o una casa por cuenta propia, los roomies optan por vivir en espacios compartidos, donde cada residente tiene su propio dormitorio privado, mientras que las áreas comunes como la cocina, el salón y el baño se comparten entre el resto de los residentes. 

Otros términos como "co-living" o "cohousing", aunque distintos, también forman parte de un modelo de vivienda colaborativa y tiene varias ventajas y factores que contribuyen a su popularidad.  

Por un lado, a las firmas de bienes raíces les ha convenido este modelo porque contribuye a reducir el inventario de inmuebles usados, los cuales eran desplazados por viviendas nuevas en renta. A la par, cada vez surgen nuevas empresas y comunidades especializadas en ofrecer este tipo de vivienda de manera más estructurada, proporcionando alojamiento amueblado y encargándose de la gestión de los aspectos administrativos. 

Del lado de los inquilinos, el aspecto económico es el principal atractivo, ya que los altos precios de la vivienda en muchas áreas urbanas han llevado a que el alquiler de una propiedad individual sea inaccesible para muchas personas, especialmente los jóvenes que están ingresando al mercado laboral y que al compartir los gastos de alquiler y servicios públicos entre varios residentes les permite tener un ahorro significativo y una mayor flexibilidad financiera. 

Recientemente, en Puebla la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), reveló que las rentas de casas o departamentos por parte de millennials que optan por compartir gastos bajo el esquema de roomies tuvo un incremento de entre 7 y 9 % durante el último año. 

Además del factor económico, los residentes tienen la oportunidad de establecer conexiones con otros individuos, compartir intereses y responsabilidades, y crear una red de apoyo en su vida diaria. Esto puede ser particularmente atractivo para aquellos que se mudan a una nueva ciudad o que buscan una comunidad en la que puedan sentirse conectados. 

Sin embargo, también existen desafíos y consideraciones a tener en cuenta. La convivencia puede generar conflictos y tensiones entre los residentes, especialmente si no se establecen normas y acuerdos claros desde el principio. Además, la falta de privacidad y el compromiso de compartir espacios y responsabilidades pueden no ser adecuados para todos. 

Por tanto, con la creciente demanda de opciones de vivienda más asequibles y comunitarias, se espera que hallar roomies continúe siendo una opción popular para aquellos que quieren un enfoque más colaborativo y social de la vida en la ciudad, con beneficios económicos pero que implica compartir espacios con otros residentes, planteando desafíos relacionados con la convivencia y la privacidad.