Las ciclovías, una infraestructura que a nadie tiene contento

Durante el sexenio de Rafael Moreno Valle comenzó la construcción de ciclovías en diferentes puntos de la zona metropolitana; sin embargo, dicha infraestructura ha sido cuestionada tanto por su costo como por la funcionalidad real que tiene. 

 
Tomando en cuenta que ya están construidas y que derribarlas sería más costoso, el gobernador Sergio Salomón Céspedes optó por darles mantenimiento y rescatarlas para aquellas personas que sí las utilizan con fines recreativos, esto ante su poca funcionalidad para la movilidad urbana. 

 
Entre 2014 y 2017 se construyeron por lo menos cuatro ciclovías en la zona de Ciudad Universitaria, la Vía Atlixcáyotl, el Periférico Ecológico y el Bulevar Hermanos Serdán, los cuales en conjunto suman poco más de 30 kilómetros de distancia y requirieron una inversión de 640 millones de pesos. 

 
En su momento muchas organizaciones civiles cuestionaron la inversión requerida para dicha infraestructura, pues aseguraron que el costo real de las obras debía ser de la mitad de lo gastado, mostrando un claro sobrecosto en las obras. 

Además, han sido cuestionadas desde entonces por la poca funcionalidad que ofrece al aspecto de movilidad, pues se trata de estructuras elevadas o confinadas que no tienen salidas o entronques y solamente permiten circular de Punto A al Punto B, restringiéndolas a fines recreativos. 

 
A este tipo de infraestructura se le suman otras ciclovías a nivel de piso por calles como las del Centro Histórico de Puebla, las cuales también lucen abandonadas y no forman parte de un circuito integral de movilidad. 

 
Este y otros aspectos provocan que diariamente notemos cómo los ciclistas tienen que sortear los peligros de circular a un lado de los automóviles, unidades del transporte público, motocicletas y hasta peatones, todos ignorando las reglas básicas de la movilidad urbana. 

 
También es común escuchar de accidentes de tránsito relacionados con ciclistas, los cuales constantemente son atropellados por algún vehículo y en la mayoría de los casos tienen resultados fatales. 

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las defunciones de ciclistas relacionadas con hechos de tránsito no han disminuido a raíz de la creación de infraestructura especial para ellos, como son las ciclovías. 

Por ejemplo, durante el 2012 en Puebla se registraron 22 defunciones de ciclistas, mientras que en 2013 hubo un total de 12 defunciones de ciclistas en la vía pública, dando un total de 34 usuarios muertos por hechos de tránsito. 

 
Las mismas cifras del INEGI muestran que en 2014 hubo un total de 23 ciclistas atropellados y muertos mientras que en 2015 sumaron otros 15, por lo que entre los dos primeros años a partir de qué comenzó la construcción de las ciclovías hubo un total de 38 fallecimientos. 

Las cifras muestran que ya en 2016, cuando prácticamente se había concluido la construcción de las ciclovías en la Vía Atlixcáyotl, Periférico Ecológico y Bulevar Hermanos Serdán, el número de ciclistas muertos fue de 29. 

 
Las cifras en general se mantienen, pues durante 2017 hubo un total de 28 ciclistas fallecidos, mientras que en 2018 sumaron 26, lo cual muestra que la existencia de infraestructura especializada para la movilidad de ciclistas no repercutió de manera positiva en la mortalidad. 

 
Cabe señalar que la responsabilidad no recae solamente en los ciclistas o en la infraestructura, pues también falta mucha cultura vial por parte de los automovilistas o los peatones que invaden los carriles para bicicletas.