La vigilancia extrema, una narrativa de gobiernos autoritarios: Grecia Macías

La vigilancia extrema, una narrativa de gobiernos autoritarios: Grecia Macías

Foto: FreePik

El 10 de julio, el excanciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón presentó un plan de seguridad con el que pretende que gocemos del “México más seguro de la historia”. Se trata de ANGEL, una estrategia de seguridad que se basa principalmente en la vigilancia extrema a la gente, no solo con cámaras ordinarias, sino con reconocimiento facial y patrones de comportamiento.

 

Esto despertó múltiples críticas de todos los sectores de la sociedad, ya que esto implica una clara invasión a la privacidad de la gente en espacios públicos y, al mismo tiempo, se abre la puerta a un gobierno autoritario.

 

Grecia Macías es abogada especializada en defensa de los Derechos Digitales, que en esencia son derechos humanos, y habló en entrevista para Imagen Poblana sobre las implicaciones de instalar de este tipo sistemas en México. Ella es parte de R3D, una organización civil que defiende los derechos en contextos digitales, y hacen investigación sobre las tecnologías que se emplean en el país.

 

Este tipo de iniciativas, sostuvo, no son algo nuevo, ya que en otras legislatura se han tratado de implementar e incluso el mismo día del anuncio de Ebrard, Miguel Torruco Garza, diputado federal de Morena, propuso algo similar, con arcos que usen escaneo biométrico, todo con el supuesto de preservar el orden público.

 

Si bien se anuncia como el fin a los problemas de inseguridad, Grecia detalló que no es más que otro intento de impulsar un régimen autoritario en donde la vigilancia masiva es la única solución para la seguridad pública.

 

 

“Más que argumento es una narrativa de regímenes autoritarios, y estas herramientas han sido documentadas cómo han sido usadas y abusadas para violar derechos humanos como la privacidad, libertad de expresión, reunión pacífica, presunción de inocencia y demás”, dijo Grecia.

 

El reconocimiento facial, como el que propone Marcelo Ebrard, es problemático en sitios públicos porque, contrario a lo que se cree, no son infalibles y puede señalar erróneamente a alguien. Las fallas terminan afectando mayormente a los sectores históricamente estigmatizados como grupos vulnerables o personas racializadas.

 

Más allá del uso que se les anuncia, se pueden destinar para la creación de perfiles de personas con el fin de perseguirlos, ya sean activistas o periodistas, algo que actualmente ya se da con el software espía Pegasus.

 

Tan solo con que haya una cámara con la finalidad de identificar en cualquier punto todo el tiempo, es una infracción a los derechos humanos porque, a su vez, hay alguien detrás vigilándote sin tu consentimiento. Esto deja de lado toda idea de privacidad en lugares de esparcimiento.

 

Nuestra entrevistada manifestó que esto no es un futuro distópico lejano, sino una realidad. En México los estados de Coahuila y Aguascalientes usan cámaras de reconocimiento facial de Dahua, la misma tecnología que se empleó para la persecución de minorías étnicas en China y que hoy son prohibidas en Estados Unidos y la Unión Europea.

 

“Vienen a México a vender estas herramientas con la supuesta idea de que esto va a solucionar un fenómeno tan complejo y tan difícil como es la inseguridad”, sentenció.

 

Uno de los puntos más criticados del plan de Ebrard es la idea de identificar a delincuentes por “análisis morfológico de la forma de caminar”. Grecia precisó que detrás no hay ningún sustento científico, ya que esto se basa en una seudociencia para identificar personas con clasificaciones que resultan aún más dañinas y que solo repiten estereotipos racistas, generando prejuicios sobre los más vulnerables.

 

Hace años, la Universidad de Chicago desarrolló un programa para predecir delitos con antelación, lo mismo que hizo una empresa que creó un algoritmo llamado “COMPAS”. Ambos igualmente con sesgos racistas que se resaltan más en un país tan discriminatorio como Estados Unidos y que podría replicarse en México.

 

Algo en lo que coinciden la identificación del modo de caminar y la predicción delictiva, es que son completamente contrarios a la presunción de inocencia y los derechos humanos, ya que se da pie a la detención arbitraria de personas. No es extraño que la policía pare a alguien alegando que “se ve sospechoso”, por lo que estas tecnologías legitimarían la arbitrariedad.

 

¿Cómo se alimentan bases de datos de tal magnitud?

 

En los momentos más sensibles de la pandemia por el Covid-19, Google ofrecía la opción de notificar a los usuarios si tuvieron contacto con alguien enfermo del virus. No obstante, para algunas personas surgió la duda de cómo es que la empresa tenía acceso a esta información, entiéndase la localización en tiempo real, con quiénes convivimos y que una persona de un círculo resultó infectada.

 

Las bases de datos centralizadas han sido polémicas, porque el hecho de resguardar información tan delicada en un solo sitio las hace más vulnerables y lo que hay en ellas no siempre se obtiene de manera clara. Grecia explicó que la forma en que muchas de estas bases se alimentan sin conocimiento o consentimiento de los dueños de dicha información.

 

“Te obligan a hacerlo, y si no te obligan significa que, para alimentar esas bases de datos sin tu consentimiento, están haciendo recopilación ilegal de datos personales. No se puede tener el consentimiento si no le das a la gente la opción de rechazarlo”, añadió Grecia.

 

Una vertiente más es que en México no es extraño que integrantes de los cuerpos de seguridad estén coludidos con miembros del crimen organizado. Un sistema tan intrusivo en las manos “equivocadas” podría traer otras consecuencias, pero Grecia afirmó que estas son igual de peligrosas incluso en “las mejores manos”.

 

Como ya se mencionó, en los últimos años se ha evidenciado que el gobierno de México, puntualmente la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), usa el software Pegasus con el fin de espiar a periodistas y activistas, a lo que la abogada afirmó que no hay garantías de que un sistema de híper vigilancia, como el que se puso sobre la mesa, no se destine al mismo objetivo o, peor aún, que caiga en grupos delincuenciales.

 

A pesar de que activistas, periodistas, defensores de derechos humanos y organizaciones como R3D se han pronunciado en contra del plan ANGEL por las múltiples violaciones a la privacidad y derechos de las personas, Marcelo Ebrard, lejos de recular, sigue presentándolo en su recorrido por México.

 

 

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