![Hospitales del IMSS, aunque parezca increíble, para algunos no son tan malos](https://imagenpoblana.com//medios/diario/20230712/249114_large.jpg)
El Instituto Mexicano del Seguro Social es uno de los sistemas de salud públicos más importantes del país y a pesar del gran número de derechohabientes y el recurso público que manejan, muchas veces persisten quejas por deficiencias en estos nosocomios.
El fallecimiento de una niña de seis años que quedó prensada en uno de los elevadores de un hospital del IMSS en Playa del Carmen puso nuevamente los ojos sobre esta institución y las situaciones negativas que se viven dentro de sus hospitales.
Pero si bien algunos de estos casos, muchos relacionados con el funcionamiento de los elevadores, falta de medicamentos y el trato del personal, están ampliamente documentados en redes sociales con videos, no todos los usuarios tienen la misma perspectiva.
Diariamente, miles de mexicanos se ven obligados a asistir alguna clínica u hospital del IMSS para recibir tratamientos, consulta general, terapias o alguna intervención quirúrgica; el Hospital General de Zona número 20, mejor conocido como La Margarita, es uno de los que mayor afluencia tienen en Puebla.
Imagen Poblana entrevistó a una de las usuarias, quien dijo, de forma anónima, su experiencia como usuaria de este hospital al que acude tres veces por semana para recibir una terapia ocupacional por una lesión en un brazo.
¿Son tan malos como dicen?
Durante la entrevista, justo afuera de este hospital, la mujer de 51 años explicó que el primer punto positivo es que no cualquier persona puede ingresar a los hospitales del IMSS, ya que en el acceso principal está un módulo de vigilancia donde todos los usuarios deben registrarse y confirmar el motivo de su visita.
Para ello, es necesario que presenten una receta médica, tarjeta de derechohabiencia, orden para las terapias o tratamientos que vayan a recibir, como es su caso, y esto termina brindando más seguridad para los usuarios, al menos desde su perspectiva.
Como punto en contra, señaló que el eterno problema de este hospital es el estacionamiento, por lo que debe de dejar su vehículo en la vía pública y confiar en que a su regreso todo estará bien y no habrá sido víctima del robo de autopartes o algo peor.
Como parte de la operación del hospital, afirmó que la afluencia de personas es mucha y esto puede provocar que a veces el hospital se vea muy abarrotado; sin embargo, consideró que los espacios son suficientes al menos en el primero y segundo piso, que son a los que ella ha podido ingresar.
Explicó que en el primer nivel, que es al que más acude, está el área de fisioterapia donde hay un área de espera con bancas suficientes para el número de usuarios que diariamente reciben terapias en seis módulos.
Otro de los aspectos que destaca nuestra entrevistada es los sanitarios, pues expresó que al término de cada una de sus terapias tiene que pasar a lavarse las manos y para sorpresa de muchos, los sanitarios están limpios, no están manchados ni rotos, además de que siempre hay agua, jabón y toallas de papel para secarse las manos.
Durante los seis meses que ha acudido a terapias, nunca ha encontrado el baño sucio o ha faltado jabón, situación que le parece positiva, pues dijo que en otros hospitales sí se ha encontrado con ese problema.
Agregó que esta misma situación se repite en los sanitarios del segundo piso donde hay algunos de los consultorios, a pesar de que hay muchos usuarios generalmente está en condiciones aceptables.
Respecto al trato del personal, explicó que los trabajadores con los que ha tenido que interactuar no han sido groseros ni la han ofendido, no obstante reconoció que se limitan a hacer su trabajo, situación que es comprensible tomando en cuenta el número de pacientes que tienen diariamente.
¿Y los elevadores?
El hospital del IMSS en La Margarita cuenta con varios elevadores, muchos han sido duramente criticados por la falta de mantenimiento y que están fuera de servicio, según videos exhibidos en redes sociales.
Sin embargo, para nuestra entrevistada este no ha sido un problema, pues si bien no cuenta con alguna discapacidad y puede hacer uso de las escaleras convencionales, durante las visitas que ha tenido a este hospital siempre ha visto los elevadores funcionando.
Reconoció que son pequeños y solamente cabe una camilla y se le da prioridad a las personas que van en silla de ruedas o muletas, pero al menos en su experiencia, los ha visto operando siempre que va.
Para sorpresa de muchos, la usuaria describió su experiencia en este hospital como bueno, pues si bien no está a nivel de un hospital privado en la modernidad de sus instalaciones, consideró que cumple con su objetivo y con la limpieza y servicios básicos para los derechohabientes.