El primer estudio para cuantificar los efectos del cambio climático en el subterráneo de las infraestructuras efectuado por ingenieros de la Universidad Northwestern reveló que las edificaciones no están diseñadas para afrontar el peligro que se origina en el subsuelo.
El calor proveniente de los edificios y el transporte público del subterráneo provoca que la temperatura ahí aumente entre 0.1 y 2.5° C cada década, según informa la universidad. Esta variación en la temperatura provoca que el subsuelo se deforme, dilatándose y contrayéndose, dando como resultado el agriete de este, afectando así el rendimiento operativo y la durabilidad de las estructuras.
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Para el estudio, los ingenieros instalaron más de 150 sensores de temperatura en sótanos de edificios, túneles del metro, estacionamientos subterráneos, el subsuelo de calles del centro y en un área verde alejada de los sistemas subterráneos de transporte conocida como Grant Park.
Los resultados arrojaron que el subsuelo en las áreas del distrito financiero son 10° C superiores a las del área de Grant Park, al mismo tiempo que la temperatura del aire en las estructuras subterráneas es 25° C superior a las del área verde.
Tras registrar la temperatura media global máxima, el secretario general de la #ONU, Antonio Guterres, advirtió sobre las preocupantes consecuencias que podría generar este fenómeno, afirmando que el cambio climático está fuera de control... ????????https://t.co/Qpp1JCDWaZ
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Pese a la amenaza de la integridad de las construcciones, los ingenieros señalan que el calor generado en el subsuelo puede ser utilizado como un recurso energético térmico, se podría aprovechar al integrar tecnologías geotérmicas “para recoger el calor residual y suministrarlo a los edificios para calefacción... El cambio climático subterráneo es un peligro silencioso. El suelo se está deformando como consecuencia de las variaciones de temperatura y ninguna estructura civil o infraestructura existente está diseñada para soportarlo”, puntualizó Rotta Loria, coautor de la investigación.
Para finalizar, Loria precisó la necesidad de desarrollar los medios para evitar la afectación de los sistemas de cimentación e infraestructura en general.