Cómo contamina ChatGPT y otras IA al planeta

Cómo contamina ChatGPT y otras IA al planeta

Foto: NotiPress

En la actualidad, el uso de la tecnología como ChatGPT y otros modelos de inteligencia artificial (IA) forman parte de las tareas diarias de la sociedad. Sin embargo, estas herramientas también influyen de manera negativa sobre el medio ambiente, según un estudio publicado en la revista Patterns. De igual manera, la industria tecnológica mundial afecta entre el 1.8% al 3.9% en la emisión de gases de efecto invernadero.

 

Información de Statista arroja que las emisiones por dióxido de carbono aumentaron considerablemente. A principios del siglo XXI, las emisiones por dióxido de carbono fueron de 23.000 millones de toneladas, pero para 2019 esta cifra aumentó a 36.700 millones, mientras en 2020 hubo una reducción de 2.000 millones. No obstante, la cifra volvió a aumentar del 2021 a 2022, según el portal de información estadística.

 

De acuerdo con Wired, el entrenamiento de la IA y ChatGPT requiere de un gran consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero, por lo cual el medio ambiente se puede ver afectado por estas nuevas tecnologías.

 

Estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirman que en las grandes empresas tecnológicas utilizan alrededor del 7% y 10% de su total de su gasto de infraestructura de cómputo desarrollando aplicaciones de inteligencia artificial. De los cuales un 3.5% y 4% se destina a entrenamientos de modelos de aprendizaje automático y un 4% y 4.5% para entrenamientos de desarrollos de IA.

 

Ante las cifras mencionadas, Google estima que un 15% de la energía total de la empresa es consumida por el desarrollo del aprendizaje automático. Tan solo con el entrenamiento de ChatGPT-3 existe un consumo de 1,287 Mwh y emisiones de gases de dióxido de carbono de 550 toneladas, menciona Google.

 

La inteligencia artificial y ChatGPT son herramientas que llegaron a la vida cotidiana para satisfacer las necesidades de los usuarios. No obstante, conforme aumentan las necesidades de los usuarios, también se incrementa la necesidad por diseñar nuevos modelos de inteligencia artificial. Esto significa poner en entrenamiento más modelos y, por lo tanto, una mayor emisión de dióxido de carbono, menciona Wired. (Notipress)

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