En los últimos años, España ha estado en la mira de múltiples ciberataques, y la mayoría de sus empresas han reportado sufrir este tipo de incidentes que aún continúan en la actualidad.
A raíz de esta situación, el país ocupa los primeros puestos del ranking en materia de ciberataques luego de reportar más de 305.000 delitos informáticos en 2021, lo cual se constituyó como una de las mayores olas de ciberataques registradas hasta la fecha.
Sectores en gran riesgo
La mayoría de los ciberataques no están destinados a perjudicar a un solo sector, sino que están planificados para dañar a varios de ellos, sobre todo aquellos que tienen un papel relevante para la economía del país, como las telecomunicaciones, la banca, la administración pública, la industria y el sector tecnológico.
La nueva era del ciberdelito
Actualmente, nos estamos adentrando a una nueva era en la que todo pasa a ser digital, y es aquí cuando los ciberdelincuentes aprovechan las vulnerabilidades que tienen las empresas y sistemas para cometer estos delitos.
Todo esto supone una gran pérdida económica sin importar el tamaño de la empresa, además de eso, su reputación y confiabilidad puede verse perjudicada al exponer información confidencial de la misma o de sus trabajadores. También, la involucra en problemas legales, ya que ese es uno de los principales objetivos de los cibercriminales.
Además, los ciberataques no solo se relacionan con el hecho de usar un computador para trabajar o entretenerse con juegos o tarjetas de bingo, sino que cualquier dispositivo y base de datos es propenso a sufrir estos incidentes.
Ciberseguridad en España
Debido a los constantes ciberataques, las empresas han comenzado a destinar una parte de sus recursos para prevenir más ciberataques en el futuro. A diferencia del año anterior, la ciberseguridad en España se ha incrementado, y se prevé que para 2025 el país quede fuera del ranking.
Según un estudio realizado en 2022 por Deloitte, el 90% de los consejos de administración encuestados ya cuentan con un plan estratégico para hacer frente a los ciberataques, mientras que un 5% no ha establecido un plan por el momento.
Planificación a futuro
Para disminuir el riesgo de ciberataques las empresas no sólo deben limitarse a contratar personal capacitado en materia de ciberseguridad, también deben asumir otros desafíos y realizar cambios para sobrellevar dicha situación.
● Factor humano: Las personas suelen ser el eslabón con más áreas de oportunidad, y la mayor parte de las amenazas seguirán aplicando la estrategia del engaño a través de correos electrónicos, mensajes de texto y publicidad fraudulenta.
● Empresas: Debido a que las Pymes tienen un ratio de inversión bajo, tienen el reto de invertir en recursos adicionales para formarse sobre el tema.
Por otro lado, las grandes empresas deben fortalecer sus barreras de seguridad debido a que los ciberdelincuentes siempre están implementando nuevas estrategias para burlar sus sistemas de seguridad e ingresar a la base de datos sin ser detectados.
● Protección de datos: Las empresas mejoran sus métodos de seguridad para proteger de una forma más eficiente su información. Algunas de ellas ya están implementando un nuevo método conocido como “zero trust” para proteger sus entornos de negocio digital.
Inversión española actual
Entre 2021 y 2023 se invertirán más de 520 millones de euros en este apartado para ayudar a las grandes y pequeñas empresas de distintos sectores para documentarse sobre el tema, además de promover la contratación de un personal calificado para desarrollar y mejorar los métodos de ciberseguridad ya existentes en la mayoría de las empresas.
A su vez, el gobierno español ha presentado un plan estratégico a largo plazo llamado “España Digital”, el cual busca impulsar la transformación digital en todo el país. Dicho plan busca incrementar en gran medida las oportunidades de desarrollo económico en distintos sectores clave.
Dicho plan busca incrementar, impulsar y potenciar las capacidades y conocimientos que tienen las empresas y los ciudadanos españoles sobre la ciberseguridad para su correcta implementación.
