Estamos a pocos días de que se presente en Puebla la aclamada bailarina Elisa Carrillo Cabrera, originaria de Texcoco, Estado de México. Es considerada por muchos especialistas como la mejor del mundo en su arte, aunque para otros más en su propio país sigue siendo una desconocida, pese a que goza de reconocimiento internacional.
Elisa nació el 31 de octubre de 1981, es la menor de tres hijos del matrimonio de Miguel Carrillo y Elisa Cabrera. Su incursión en el mundo de las artes escénicas empezó a temprana edad, ya que a los seis años su madre la inscribió en el Centro de Arte y Cultura de Texcoco, lo que terminó por convertirse en la máxima pasión de su vida.
Para los 14 años la danza ya era lo más importante en su vida, al grado de que se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). A la misma edad ganó una beca para continuar sus estudios en danza, pero esta vez en el English National Ballet School de Londres, Inglaterra.
En el año 2010, se le nombró como embajadora de la cultura en México y miembro del Comité Internacional de la Danza de la UNESCO. De igual forma, preside su propia fundación “Elisa Carrillo”, es co-directora de la Compañía Nacional de Danza de México. Además, prioriza compartir sus experiencias y conocimientos con los más jóvenes para así adentrarlos al mundo de la danza.
A lo largo de su carrera ha destacado por su despliegue en el escenario, no solo en México, sino en todo el mundo. Su talento ha sido suficiente para alcanzar preseas que no son comunes para los artistas latinoamericanos en diferentes países. Entre estos premios destacan la Medalla Bellas Artes y la Medalla de Oro del Festival Internacional de la Cultura Maya.
En otras latitudes, fue la primera mexicana en convertirse en la primera bailarina del Staatsballett Berlín, una de las compañías de mayor renombre en el mundo, donde debutó en la premier de “Blanca Nieves” y recibió un reconocimiento del Ministerio de Cultura de Alemania por su trayectoria e influencia en la danza.
Asimismo, es la única latinoamericana en ganar los tres premios más importantes del mundo: el Benois de la Danse, considerado el Oscar de la danza. También está el Soul of Dance de Rusia, casi exclusivo para bailarines rusos, y el galardón del Festival Dan Open, de St Petersburg, igualmente en Rusia.
En colaboración con el gobierno del Estado de México, desde el 2018 se encarga de impulsar el Festival Internacional de la Danza: Danzatlán, en el que trae a México a bailarines de compañías de todo el mundo para la “Gala de Estrellas Elisa y Amigos”, que este año regresa a Puebla.
Elisa se ha distinguido por un estilo de ballet que maravilla, lo que le ha valido para ser catalogada como la mejor del mundo, aun cuando hay otras grandes artistas que le compiten dicho título. Otra bailarina que ha sobresalido en el mismo rubro en la actualidad es Misty Copeland, la primera afroamericana en ser nombrada Primera Bailarina del American Ballet Theatre.
Además de ellas también está Sylvie Guillem, de las más deslumbrantes en las últimas décadas y que es una de las mejores del ballet contemporáneo y, al igual que Elisa Carrillo, se le encasilla como referente de su generación. En 2015, dio su última presentación en Tokio, pero aún es influyente para las bailarinas en formación.
A lo largo de la historia de México, Elisa se ha instaurado como una de las mejores de la historia. No obstante, hay otras bailarinas ilustres en México, tal es el caso de María Mayela Marcos Quiroz, oriunda de Nuevo León y que a sus 17 años ya estaba en la Academia del Teatro de Bolshoi, en Rusia. Su historia es similar a la de Elisa, ya que se inició en la danza desde los cuatro años y hoy ya se encamina como el nuevo talento mexicano del ballet.