El agua de lluvia es útil para muchas cosas, pero ¡no la bebas!

El agua de lluvia es útil para muchas cosas, pero ¡no la bebas!

Foto: Enfoque

En Puebla y en gran parte de México ya se están viviendo las primeras lluvias de verano, por lo que muchas personas se deciden a usar el agua con distintos fines. Los sistemas de captación pluvial sirven para recolectar el agua de las lluvias y para dar otro uso en el hogar, aunque a veces se comete el error de destinarla para el consumo humano.

 

Hay una cantidad considerable de riesgos que conlleva beber agua de la lluvia, pues en ocasiones esta puede contener sustancias nocivas para nuestro organismo y que se deben tomar en cuenta. Esto se debe principalmente a la contaminación producto de la actividad humana que ha arrojado componentes dañinos a la atmósfera.

 

Microorganismos, químicos, metales pesados y ahora hasta microplásticos son parte de los peligros que implica el agua de lluvia y por qué debería evitarse, ya que ocasionan enfermedades graves.

 

El Centro de Ciencias de la Atmósferas (CCA) de la UNAM detalla que cuando inician las lluvias, las primeras son las más contaminadas, ya que antes de eso hay más concentración de agentes nocivos en el aire, pero si luego de dos días de lluvia hay tres o cuatro de sequía, el peligro vuelve a ser el mismo. Debido a esto, es común que la gente enferme luego de una lluvia intensa, no solo por mojarse, sino por los patógenos que hay en el agua.

 

De acuerdo con el CCA, es factible que en el agua de lluvia haya factores de contaminación, principalmente químicos y metales pesados como arsénico, plomo, zinc, magnesio, hierro, mercurio, níquel, cromo, cadmio, aluminio, entre otros. En cantidades pequeñas es poco probable que haya problemas de salud, pero si se ingiere con frecuencia aumentan las posibilidades de un daño real.

 

 

Los riesgos por ingerir estos elementos en grandes porciones se orientan a daños en distintos órganos vitales como el hígado y los riñones. La intoxicación por metales pesados también conlleva diarrea, vómito, erupciones en la piel, cambios en comportamiento, problemas de memoria o en casos graves algún tipo de cáncer.

 

Estos materiales no son los únicos presentes, ya que también hay microorganismos como bacterias, virus y parásitos que entran fácilmente con la ingesta. Las bacterias más comunes son la Escherichia coli, también conocida como E. coli, Shigella, Salmonella, o Legionella pneumophila. Estas pueden causar enfermedades graves, pues su principal factor de propagación es la contaminación con heces humanas o animales infectados y actividad humana.

 

En cuanto a virus, la lluvia facilita la propagación de enfermedades respiratorias como la influenza. Los parásitos más comunes son la Giardia lamblia o las amebas que se propagan en el agua como la Naegleria Fowleri. Las consecuencias se enfocan primordialmente en infecciones y enfermedades gastrointestinales, o padecimientos respiratorios.

 

Las sustancias químicas son un peligro latente que se ha incrementado en los últimos años y ahora están presentes en todo el mundo mediante las precipitaciones. Un estudio del 2022 publicado por la revista Environmental Science & Technology demostró que en todo el mundo se encontraron sustancias químicas perfluoroalquiladas y perfluoroalquiladas (PFAS por sus siglas en inglés). Estas se usan para la fabricación de electrónicos, material de hospital o válvulas de combustible.

 

Dicha investigación pudo determinar que las PFAS no solo se encuentran en el agua de lluvia, sino que permanecen por mucho tiempo en la atmósfera y las aguas de consumo. Se detectaron desde la Antártida hasta el Tíbet, y sus mayores consecuencias se ven en el deterioro del sistema reproductivo y el debilitamiento del sistema inmunológico.

 

Además de esto, también afecta a las personas en crecimiento que consumen el agua contaminada. Las PFAS impiden el correcto desarrollo de órganos como el hígado y los riñones y son propicios para el desarrollo de tumores malignos.

 

En algunas ocasiones, la calidad de esta agua puede variar de acuerdo al lugar geográfico, pero en general siempre está presente el riesgo por la contaminación. Es cierto que se puede emplear para limpieza o en el baño, pero se debe evitar a toda costa la ingesta. Hervir el agua o agregarle algún agente antiséptico se pueden eliminar algunos riesgos, pero aun así quedan otros como los metales pesados, que al hervirla sólo los concentran más.

Notas Relacionadas