Los cadáveres de dos personas, un hombre y una mujer, fueron localizados durante la madrugada de este lunes al interior de una camioneta abandonada y chocada, en las inmediaciones de la antigua carretera Puebla-Tlaxcala, a la altura de la Covadonga.
El hallazgo se reportó durante los primeros minutos de este día cuando un automovilista se percató de qué había una camioneta tipo SUV de color azul, la cual aparentemente se había accidentado a la altura de los campos de béisbol.
Sobre dicha vialidad se encontró con una patrulla de la Policía Municipal de Puebla, por lo que de inmediato alertó a los oficiales sobre el hallazgo, permitiendo que los uniformados se trasladaran y encontraran la camioneta.
La unidad tenía el medallón roto por lo que los policías hicieron una inspección ocular y se percataron que dentro había dos bolsas de plástico negras, las cuales tenían encima una cartulina blanca con un mensaje amenazante.
Los policías de inmediato acordonaron la zona y pidieron la intervención de los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado ya que las bolsas tenían manchas de sangre y aparentemente se trataba de restos humanos.
Fue así que los peritos de la Fiscalía General del Estado llegaron para las diligencias correspondientes y determinar de qué se trataba, confirmando minutos más tarde que las bolsas contenía dos cuerpos, uno de un hombre y otro de una mujer.
Trascendió que la cartulina tenía un mensaje amenazante que hacía referencia a la venta de drogas en negocios, como el bar Pinochos en Amozoc, donde el pasado 23 de junio ocurrió una balacera en la cual cinco personas fueron asesinadas y una mujer fue privada de la libertad.
Ante esta situación se hizo la recolección de indicios y aproximadamente a las 5:00 de la madrugada se autorizó el traslado de los cuerpos al anfiteatro y el aseguramiento de la camioneta, registrando a las dos víctimas en calidad de desconocidos.
Debido al mensaje en la cartulina, las autoridades investigan si el cuerpo corresponde al de la mujer que fue privada de la libertad en el bar y cuyo nombre era el de Beatriz Calleja Lezama, originaria de Oaxaca y quien aparentemente trabajaba en dicho lugar.