¿Seguridad o privacidad? El debate del reconocimiento facial en actos masivos

¿Seguridad o privacidad? El debate del reconocimiento facial en actos masivos

Foto: Enfoque

Un bloque compuesto por alrededor de 100 artistas estadounidenses entre los que destacan nombres como Tom Morello y Zack De La Rocha, integrantes de Rage Against The Machine, se han unido para protestar contra varios recintos de conciertos en Estados Unidos que están usando el escaneo facial en sus conciertos, esta medida se ha implementado en el ámbito deportivo en México desde el año pasado sin que ocurrieran protestas, así que te preguntaras ¿Cuál son las repercusiones que puede tener la implementación de esta tecnología

 
De primera mano, podrías deducir que la implementación del reconocimiento facial es una gran herramienta para identificar a personas que causan incidentes dentro de los recintos, así como para garantizar la seguridad en un concierto, pero esta situación también puede llegar a vulnerar los derechos digitales. 

 
En diciembre de 2022, la revista Rolling Stone dio a conocer que el Madison Square Garden y todos sus venues asociados han utilizado tecnología de reconocimiento facial para vetar de los eventos a abogados que trabajan en firmas que tienen demandas o están en proceso de las mismas, contra sus recintos. La justificación: Se hizo para evitar un tipo de confrontación en los procesos legales. 

 
En contraste, durante los últimos años, ha crecido la coalición de músicos, fanáticos y grupos de derechos humanos que sostienen que el reconocimiento facial en conciertos es una invasión a la privacidad. Al momento, más de 40 de los festivales de música más grandes del mundo, incluidos Bonnaroo y Coachella, se han sumado a la protesta y han indicado mediante un comunicado que no usarán el reconocimiento facial en los eventos. 

 

 

El problema más crítico está en que el reconocimiento facial en conciertos también sirve como una herramienta de vigilancia, y como un banco de datos biométricos y personales que podrían resultar bastante peligrosos si terminan en manos maliciosas, por tanto, artistas y fanáticos indican que esta es una puerta para que desaparezca la privacidad y el mundo vigile todos nuestros movimientos. 

 
En México, no contamos con legislación específica para el uso de datos biométricos ni de inteligencia artificial o reconocimiento facial, aunque los marcos legales en protección de datos personales para el sector público y privado son aplicables, aunque dejan un limbo en materia legal. 

 
Pues como se explicó anteriormente, los datos biométricos, como la huella dactilar, los rasgos faciales, el iris o la termografía facial, entre muchos otros, a través de su procesamiento para identificar o autenticar a las personas, concede más información como enfermedades, patrones repetitivos de conducta o de su contexto social, es así como los datos biométricos se convierten en datos sensibles y requieren de una protección especial. 

 
A pesar de la falta de certeza en el uso de estas herramientas y el vacío legal, la tecnología llegó a México de la mano de la Federación Mexicana de Fútbol, asociación que optó por implementar el uso del FAN ID, como documento de reconocimiento facial para el registro y vigilancia de todos los aficionados que asistan a los estadios con el propósito de reducir la violencia. 

 

 

Mientras la Federación va obteniendo los datos de la gente que entra en los estadios, la violencia no ha disminuido pues tan solo en el último año se han seguido reportando casos de violencia entre aficionados, por el simple hecho de apoyar a un equipo diferente. 

 
Aunque el programa de credencialización no ha mostrado resultados efectivos, la Federación informó que el programa debe completar diversas etapas y actualmente se encuentra en la fase de sensibilización y registro. Una vez alcanzado el millón de inscripciones, el FAN ID será obligatorio en todos los estadios del país. 

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