La tortura es un crimen de lesa humanidad que está previsto en el derecho internacional y que en el caso de México está sancionado en los Códigos Penales como aquel que es cometido por servidores públicos, a fin de obtener información o alguna confesión dentro del sistema penal.
Sin embargo, este tipo de prácticas puede cambiar, incluso puede llegar a ser más grave en algunas naciones donde los regímenes políticos utilizan la tortura para violentar a la oposición o a cualquier grupo disidente contrario a la ideología en el poder.
Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas estipuló que el 26 de junio se conmemore el Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, con la finalidad de apoyar a las personas que han pasado por esta situación, pero también para concientizar sobre la urgencia de erradicar esta práctica.
Apoyo a las víctimas
Además de apelar por la erradicación de esta práctica, las Naciones Unidas promueven también el apoyo a las víctimas a través de diferentes instancias a las cuales se puede recurrir mediante organismos internacionales.
A través de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, fue creado el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, que es una herramienta que ayuda a las víctimas para recibir servicios jurídicos, psicológicos, médicos y humanitarios.
Se establece que puede acceder a dicho fondo cualquier defensor de los derechos humanos, personas que están privados de la libertad, niños, niñas y adolescentes, así como personas refugiadas o migrantes.
En el caso de México, una de las instancias que se encargan de atender a las víctimas de tortura es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como sus órganos estatales.
Sin embargo, la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes estableció otro tipo de instancias a las cuales se puede acudir por parte de las víctimas para recibir apoyo.
En México está en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que es un órgano perteneciente a la Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como la Dirección General de Política Pública de la Secretaría de Gobernación.
Ambas instancias han creado mecanismos que trabajan de forma conjunta con el mecanismo nacional de prevención de la tortura, con la finalidad de acercar asesoría legal, psicológica y médica a las víctimas de tortura en el país.
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Por parte de la sociedad civil hay algunas instancias que se dedican a dar seguimiento a los casos de tortura y apoyar a las víctimas.
Por ejemplo, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el cual documenta la tortura trabajando de manera constante mediante la defensa legal y acompañamiento a sobrevivientes y sus familias.
También está la organización internacional Swedish Fellowship of Reconciliation, que es una organización internacional que brinda seguimiento a las violaciones de derechos humanos, como la tortura, en países como Colombia, Guatemala y México.
Otras organizaciones que están ligadas a velar por los derechos de las víctimas de tortura en México son la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, así como la Organización Mundial Contra la Tortura, que constantemente hacen un seguimiento de las políticas públicas del estado mexicano en este rubro.
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