Bandas de diminutos gusanos hacen autostop en abejorros usando campos eléctricos

Bandas de diminutos gusanos hacen autostop en abejorros usando campos eléctricos

Foto: Sibeluis

Para algo del tamaño de un ser humano, la electricidad estática es, como mínimo, una experiencia que pone los pelos de punta. Pero cuando eres una criatura pequeña, los campos eléctricos resultan ser, literalmente, muy elevadores. 

  

El diminuto gusano Caenorhabditis elegans puede aprovechar los campos eléctricos para saltar una distancia sorprendente, por ejemplo, a través de una placa de Petri, o subirse a lomos de un abejorro para viajar a otro lugar. 

  

Gracias a un experimento dirigido por el biólogo Takuya Chiba, de la Universidad de Hokkaido, Japón, ahora es evidente que estos pequeños animales utilizan los campos eléctricos a su beneficio, trasladándose por nuevos hábitats. Los resultados fueron publicados en la revista Current Biology en junio de 2023. 

  

Se sabe desde hace tiempo que C. elegans, uno de los organismos más estudiados del mundo, puede percibir los campos eléctricos e incluso alinear su cuerpo con sus polos negativos. 

  

Pero Chiba y sus colegas, mientras observaban larvas de C. elegans en la parte inferior de las tapas de placas de Petri de poliestireno, se dieron cuenta de que estaban ante algo desconocido hasta entonces: las larvas saltaban a distancias

  

Los investigadores sospecharon que algo externo contribuía a estos saltos, ya que la postura de los gusanos casi no se cambiaba antes de saltar y sus colas apenas se movían mientras estaban en el aire. Era como si los gusanos estuvieran prácticamente levitando (aunque levitando a gran velocidad) desde el sustrato hasta la tapa. 

  

 

  

Además, los científicos notaron que los gusanos, que estaban en placas de poliestireno, saltaban bastante; los que estaban en placas de vidrio apenas lo hacían. El poliestireno es un excelente aislante que retiene la carga eléctrica; el vidrio, en cambio, no. 

  

Así que el equipo organizó el experimento, construyendo un sustrato de tierra y colocaron un electrodo encima. Cuando no se generaba campo eléctrico, ninguna larva de C. elegans saltaba. En presencia de un campo eléctrico, sin embargo, la velocidad de salto promedio alcanzaba 0,86 metros por segundo, y aumentaba a medida que se intensificaba el campo eléctrico. 

  

A continuación, los investigadores experimentaron con abejorros, ya que esos animales pueden acumular una carga eléctrica al volar y al frotarse contra las partes de una planta recubiertas de polen. 

  

Resultó que los gusanos —que no son parásitos— se amontonaban, tratando de montarse encima para luego dispersarse por el entorno. En algunos casos, este autostop se producía en masa en columnas de hasta 80 gusanos. 

  

"Los gusanos se aferran a sus colas para reducir la energía superficial entre su cuerpo y el sustrato, lo que les permite adherirse más fácilmente a otros objetos que pasan", explicó el biofísico Takuma Sugi, el coautor del estudio. 

  

"En una columna, un gusano levanta varios congéneres, y este gusano despega para transferirse a través del campo eléctrico mientras lleva a todos los gusanos de la columna", detalló el experto japonés. 

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