Estamos solo a la mitad de 2023 y ya se han roto tantos récords climáticos que algunos científicos están alarmándose ante los indicios de que el planeta se está calentando mucho más rápido de lo esperado. ¿Podrían ser estas las primeras señales de un final inevitable?
Brian McNoldy, investigador asociado senior de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Miami, en un tuit ampliamente compartido, calificó el aumento de las temperaturas del océano y del aire como algo "totalmente loco", ya que algo muy inusual está ocurriendo.
Desde finales del siglo XX, las pláticas para atender la sobreproducción de gases invernaderos, de desperdicios sólidos, así como de los altos niveles de contaminación en aire y agua tomaron cierta seriedad, aunque más de una persona los tachó de algo inservible.
Gran porcentaje de la población mundial, primordialmente las altas esferas de los estratos socioeconómicos, han demeritado la lucha contra el cambio climático; Donald Trump es uno de los principales voceros dedicados a desacreditar esta “teoría”. Sin embargo, las observaciones e investigaciones científicas permiten concluir que el actual cambio climático está provocado por la especie humana y durante los últimos 300 años se ha registrado el mayor aceleramiento de contaminación gracias a la revolución industrial.
El crecimiento de población y el desarrollo económico desde la máquina de vapor en 1750, pero especialmente desde la segunda mitad del siglo XX, nos ha llevado a desajustar el ciclo del carbono por el uso desmedido de combustibles fósiles a causa del modelo energético que prepondera en nuestros tiempos.
A inicios de los 2000, la comunidad científica se concentró en la producción de gases contaminantes y desde ese tiempo, ya se avisaba sobre el ascenso irremediable de la temperatura en el planeta gracias a diversos factores. Resarcir el problema no es algo viable, ya que no se cuenta con dicha planificación. La contención fue la mejor medida y se efectuó un llamado principalmente a las grandes empresas para atender la problemática que han impulsado durante décadas.
La gran aceleración
Este año se perfila como uno de los más calurosos, datos globales que muestran que las temperaturas se dispararon a niveles inusualmente altos, y es que, la temperatura media del planeta ya es 1.2 grados centígrados más alta que en la época preindustrial, y se pronostica que los próximos cinco años serán aún más calurosos.
Uno de los principales efectos que ha dejado la mancha de contaminación, es el problema de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y óxido nitroso (N₂O) emitidos a nivel local y regional.
Las ratios de cambio de los valores de la temperatura de la atmósfera, de acumulación de calor, especialmente en los océanos, y de las concentraciones de los GEI provocan un aceleramiento del efecto invernadero sin precedentes.
Los expertos advierten que, a menos que se reduzcan las emisiones de carbono de manera significativa, el calentamiento continuará y los impactos serán cada vez más severos, pero este aviso llega demasiado tarde, pues desde hace un par de años, la Organización Mundial de la Salud en su cumbre contra el calentamiento global, advirtió que si antes de 2030 no se disminuye la mancha de contaminación de las grandes empresas, no habría forma de salvar al planeta y ese límite, se cruzó hace unos años, durante pandemia para ser más exactos.
Como resultado, los primeros once días de junio registraron las temperaturas más altas para esta época del año, según un análisis publicado el jueves por el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea. También es la primera vez que las temperaturas globales del aire excedieron los niveles preindustriales en más de 1.5 grados centígrados.
???? ¿Soportas? ???? Hay lugares en los que el #calor es impresionante, que incluso podría llegar a afectar la #salud. Aquí te contamos de algunos. #Video ????????https://t.co/uJOeTklvp6
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) June 8, 2023
Franjas del sudeste asiático han experimentado su "ola de calor más dura", mientras que las temperaturas récord en China han matado animales y cultivos, generando preocupaciones sobre la seguridad alimentaria. Las temperaturas de la superficie del océano han alcanzado niveles récord pues se elevan sin señales de detenerse y los científicos no encuentran una relación directa.
Por otro lado, el hielo marino antártico alcanzó su extensión más baja en febrero, desde que comenzaron los registros en la década de 1970, con 691,000 millas cuadradas, es decir, más de 1.7 millones de km² y, de acuerdo con científicos, esto ya es una tendencia, de modo que no ven una recuperación. De 1981 a 2023, el área del océano pierde al menos un 15% de hielo marino por año.
El climatólogo Maximiliano Herrera, uno de los expertos que han seguido de cerca la problemática, declaró a medios nacionales que no creía que el rápido calentamiento llegaría tan pronto. “Incluso antes de que se declarara oficialmente El Niño, los trópicos y los océanos ya estaban experimentando un calentamiento muy rápido”, comentó.
En conclusión, el calentamiento del planeta está pasando factura ante la falta de medidas y regulaciones en la producción de gases contaminantes, así como de problemas derivados del consumismo las malas políticas públicas. ¿Tú que haces para combatir la situación?