En los últimos meses, hemos presenciado el fortalecimiento del peso mexicano en relación con el dólar estadounidense. Este escenario, que los mexicanos habían solicitado en reiteradas ocasiones, aunque a primera vista parece algo positivo, es importante analizar los posibles efectos negativos que esta situación puede acarrear para nuestra economía nacional.
El primer punto a tener en cuenta es que la apreciación de nuestra moneda hace que los productos mexicanos sean relativamente más costosos en los mercados internacionales, lo cual puede disminuir la demanda y afectar la competitividad del comercio local. Esto podría tener un impacto significativo en sectores clave como la industria manufacturera y el turismo, que dependen en gran medida de las exportaciones.
Con un peso fuerte, los turistas extranjeros podrían notar que sus dólares les rinden menos al momento de viajar al país, lo cual podría desalentar la llegada de visitantes y afectar los ingresos provenientes del turismo. Esto a su vez podría afectar a los empleos relacionados con esta industria, que es una importante generadora de empleo en muchas regiones del país.
El superpeso está a punto de bajar la barrera de los 16 pesos por dólar, y esto se debe a una economía sana, certidumbre, y a las reservas del Banco de México; también es destacar que existen variables externas como la tasa de interés de la Reserva Norteamericana, y a la… pic.twitter.com/fsfyO2XR7M
— Patricia González Miranda (@pattygmiranda) June 10, 2023
Asimismo, otro efecto negativo de la apreciación del peso mexicano es la disminución del poder adquisitivo de las remesas enviadas por los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos y otros países. Debido a que la mayoría de estas remesas se envían en dólares, al convertirse a pesos mexicanos, su valor disminuye cuando el peso se fortalece. Esto puede generar un impacto directo en las familias receptoras, ya que su capacidad adquisitiva se ve reducida.
En este sentido, resulta preocupante la posible disminución del consumo interno como consecuencia del fortalecimiento del peso. Si las familias que reciben remesas tienen menos poder adquisitivo, es probable que reduzcan su gasto en bienes y servicios, lo cual afectaría directamente a la economía interna del país. Sectores como el comercio minorista, la construcción y los servicios podrían verse afectados negativamente,
El "Super Peso"
Aunque no existe un solo factor para la apreciación del peso, los activos de riesgo han contribuido a incrementar el valor de nuestra moneda en un 3 %, tan solo en lo que va del 2023, ubicándose en su mejor nivel en los últimos tres años. Aunque los efectos negativos pueden estar presentes en este periodo, expertos señalan sobre efectos no lineales en la economía mundial.
Habrá pendejos de la oposición que piensan en este momento que con un dollar no les alcanza para 1kg de tortilla, su mente es pobre y pequeña, su mundo encapsulado no los deja ver más allá, el super peso mexicano va y va bien #AMLOLujoDePresidente pic.twitter.com/Y80AJSPqhi
— Viva Mexico (@Whuiyin3) June 18, 2023
Mientras la mayoría de las divisas internacionales han perdido terreno, la moneda mexicana se ha visto beneficiada por la combinación de varios factores, entre los que destacan: el amplio diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos; una postura fiscal estricta del gobierno mexicano, así como la alta operatividad del peso, ya que nuestra moneda se ha convertido en la tercera divisa más operada entre países emergentes, con una participación de mercado de 7.8 %.
Esto es importante, ya que analistas señalan que, en el diferencial de tasas, cuando el dólar se ha fortalecido frente a las principales divisas del mundo, las monedas emergentes tienden a debilitarse, pero en esta ocasión los resultados no han seguido esa lógica, ya que los bancos centrales de los países emergentes iniciaron antes el alza de tasas y de manera más acelerada.
Para la economía mexicana, esto puede significar buenas noticias, ya que los últimos datos financieros han mostrado una desaceleración de la inflación en Estados Unidos. Esto podría llevar a la Reserva Federal a disminuir el ritmo de alzas de tasas o incluso frenarlo completamente, lo que ampliaría aún más la diferencia de tasas entre ambos países y podría impulsar aún más la moneda mexicana.