Un jurado federal de Camden, en el estado de Nueva Jersey, ordenó a la cadena de cafeterías Starbucks pagar una indemnización de 25,6 millones de dólares a una exempleada que alegó que fue despedida por ser una persona de tez blanca, informaron medios locales.
El jurado federal dio la razón a la exgerente de la cadena de cafeterías, Shannon Phillips, quien fue despedida en 2018, en medio de un escándalo por actitudes racistas que involucró a una sucursal de la compañía en la ciudad de Filadelfia.
En despido de esta mujer se produjo luego de que se destaran protestas en varias partes de Estados Unidos por la detención de dos hombres afrodescendientes en la sucursal de Starbucks de Rittenhouse Square, en el centro de Filadelfia.
De acuerdo con medios locales, los hombres estaban esperando a otra persona sin consumir alimentos en la cafetería, cuando el gerente llamó a la policía y ambos fueron detenidos.
Un video sobre la detención de los dos sujetos dentro de la sucursal se hizo viral y desató protestas y acusaciones de racismo contra la cadena comercial, lo que obligó al cierre temporal de 800 cafeterías para que los empleados recibieran un curso sobre discriminación.
Después del incidente, Starbucks despidió a Phillips, quien era supervisora de la cadena en Nueva Jersey y otras zonas del país norteamericano. En el juicio sobre el despido, Starbucks argumentó que su exempleada no reaccionó con la celeridad y eficiencia necesaria para hacer frente al caso. Phillips alegó que fue considerada como un "chivo expiatorio" para calmar las protestas.
De acuerdo con el portal especializado Law.com, tras un juicio de seis días, el jurado concedió 300.000 dólares en concepto de indemnización y 12,5 millones en concepto de daños punitivos por la demanda federal de derechos civiles de Phillips y otros 300.000 dólares en concepto de indemnización y 12,5 millones en concepto de daños punitivos por violación de la Ley contra la discriminación de Nueva Jersey.
Según ese medio, los jurados también escucharon testimonios de que el empleado que llamó a la policía estaba cumpliendo una política de Starbucks que se aplicaba a los cafés de zonas con problemas de delincuencia.
Uno de los testimonios clave en el juicio fue el de un gerente afrodescendiente de Starbucks, Paul Sykes, que era el supervisor del empleado que llamó al 911.
Sykes dijo que Phillips, que era su jefa, fue despedida por tener piel blanca, y que él estaba a salvo por la suya, según la abogada Laura Mattiacci, quien representó a Phillips.