A pesar de ser uno de los sectores poblacionales más grandes de México y en varias partes del mundo, los adultos mayores también es el grupo etario que más abusos y maltratos recibe.
Ante esta situación, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas estableció el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.
La ONU eligió esta fecha con el objetivo de concienciar a la gente sobre el cuidado y respeto a los adultos mayores, pero también para incentivar la denuncia por maltrato, abuso y sufrimientos que atraviesan muchos ancianos.
De acuerdo con la ONU, la vejez inicia a partir de los 65 años y es considerada la última etapa de vida de las personas que entran en un proceso de envejecimiento con transformaciones mentales y físicas.
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La vejez generalmente es caracterizada por la disminución del volumen cerebral, los cambios patológicos, disminución de la capacidad psicomotriz, disminución de la memoria, alteración de la capacidad de adaptación, así como la disminución de las capacidades intelectuales.
Que el 15 de junio sea una fecha oficial que conmemora la ONU tiene sentido cuando vemos los constantes casos de abuso que se documentan diariamente en contra de adultos mayores, que en algunos casos están al “cuidado” de algún familiar o que tienen que valerse por sí solos.
¿Hay derechos para los adultos mayores?
Constitucionalmente, en México todos los ciudadanos cuentan con derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos.
Sin embargo, hay un apartado especial para los adultos mayores, que al menos para el Estado Mexicano son aquellas personas que están por arriba de los 60 años.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos establece que los adultos mayores tienen derecho a la igualdad de oportunidades, lo cual significa que sin importar su edad, género, discapacidad, condición social o de salud, tienen derecho a cualquier oportunidad de formación y realización.
Los adultos mayores también tienen derecho a la participación, lo cual quiere decir que se les debe de facilitar todas las herramientas para ejercer su derecho en la aplicación de las políticas públicas que inciden directamente en su bienestar.
Los ancianos también tienen derecho a los cuidados por parte de su familia, que debe garantizar que tenga acceso a los servicios sanitarios, que se respeten sus derechos humanos y que se le brinden todas las atenciones sin importar si está en el lugar de algún familiar o en alguna institución pública.
Todos los adultos mayores en México tienen derecho a la autorrealización, que se traduce en oportunidades para desarrollar plenamente su potencial a través de la educación, cultura, religión y hasta participación política.
La Constitución Mexicana establece que se debe de respetar la dignidad de los adultos mayores, que tienen derecho a vivir con seguridad, ser libres de cualquier forma de explotación, maltrato físico o mental y recibir un trato digno.
Finalmente encontramos que tienen derecho a una buena calidad de vida, así como un enfoque de visión prospectiva, lo cual quiere decir que los adultos mayores pueden recordar de la forma en la que mejor les parezca aquellas acciones que hicieron en sus etapas anteriores de la vida.
Los principales retos
Pero al igual que ocurre con otras leyes en nuestro país, los derechos humanos para las personas adultas mayores no siempre son respetados y esto provoca que los ancianos tengan que ser víctimas de maltratos y condiciones precarias de vida.
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Una de las formas de maltrato más común en contra de los adultos mayores es justamente la falta de oportunidades, pues no es un secreto que tanto ancianos como adultos de más de 40 años tienen dificultades para encontrar un trabajo formal.
Esta forma de violencia también representa discriminación, pues generalmente se condiciona la edad de una persona con sus capacidades reales y la experiencia que ha acumulado con el paso de los años.
La falta de un empleo formal o de algún historial que les permita acceder a alguna pensión, coloca a los adultos mayores en otra situación de violencia, como la falta de acceso a servicios de salud públicos y gratuitos.
Al menos en México, hay varias instituciones especializadas en la atención de adultos mayores que han sido sometidos a algún tipo de violencia o maltrato.
Por ejemplo, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia es una de las instancias que se encarga de procurar cuidado a los adultos mayores, al igual que lo hace por menores de edad.
También está el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, que en teoría debería de ser la instancia encargada de vigilar que el Estado cumpla con sus obligaciones hacia los ancianos.
Y es que finalmente el gobierno está obligado a garantizar que los adultos mayores envejezcan con seguridad y dignidad.
