La gente ya no confía en los noticieros

La gente ya no confía en los noticieros

Cada vez son menos las personas que se enteran de las noticias desde los medios tradicionales: televisión, radio y periódicos. No sólo resultan aburridos, también han perdido credibilidad. Así lo demuestra el último ejercicio estadístico del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford publicado en el Informe de Noticias digitales 2023. ¿Cómo está nuestro país y en que noticieros confiamos los mexicanos?

 

Hasta hace algún tiempo un periodista era una persona respetada, un presentador de noticias tenía un alto prestigio, pero sobre todo confiable. En nuestro país tuvimos figuras emblemáticas en las que descansaba la credibilidad de los ciudadanos, como Jacobo Zabludovsky, que tuvo la conducción del noticiero estelar de la televisión durante casi tres décadas. Sus sucesores no tuvieron tanto éxito, Joaquín López-Doriga 16 años y Denisse Maerker sólo 6. En la otra televisora está Javier Alatorre con 29 años ininterrumpidos al aire.

 

Pero la irrupción de las redes sociales y la aparición de figuras de influencia (o simplemente influencers) que reflejan mayor cercanía con la gente y por tanto mayor confiabilidad está atrayendo la atención del público. Las redes sociales han permitido un ambiente de mayor criticidad entre la población y desnudaron la “matriz mediática” que muchos activistas denunciaron de forma histórica.

 

La matriz mediática es la agenda de noticias que imponen los grandes grupos económicos o “la mafia del poder”. ¿Suena fantasioso? Quizás, por eso muchos no lo creyeron hasta que un Julian Assange o una Chelsea Manning aparecieron en escena. Esa matriz mediática fue la que obligó a Zabludovsky a decir la noche del 2 de octubre de 1968 que había “sido un día soleado” o la que interrumpió la nota de Ricardo Rocha sobre Aguas Blancas en junio de 1995. La misma que difundió la idea de que López Obrador era un peligro para México o la que monta notas falsas para desacreditar personas y gobiernos, que inventa historias de niñas fantasmas atrapadas entre los escombros de un sismo. Eso pasa en todo el mundo.

 

Una población con mayor criterio y medios alternos de información le restó consumidores a los noticieros, el informe de Reuters señala que a nivel mundial la credibilidad pasó del 43 al 40% entre 2017 y 2023. En México, la caída fue aún más pronunciada, pasó del 49 al 36%. El informe en su capítulo de México es firmado por una académica poco iluminada de la Universidad Panamericana que atribuye la caída en la credibilidad de los noticieros a las acciones del presidente López Obrador porque él ha dicho que los medios mienten. Parece broma, pero esa fue la seriedad del análisis, de todos modos, no esperábamos mucho si provenía de la universidad que tituló a Peña Nieto sin revisar su tesis.

 

La realidad es que lo que pasa en México se replica en todo el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos, sólo confía el 32%, cifras muy parecidas a España e Italia, ¿acaso ahí también influyó el fenómeno López Obrador? Es mundial: los medios mienten y los pueblos se cansan. Aunque no en todos lados la prensa es deshonesta, en Finlandia la credibilidad es casi del 70% (vea la siguiente gráfica).

 

Elaborado con datos del Digital News Report 2023

 

 

Al igual que los resultados carecen de análisis serios, la recolección de datos del estudio carece de rigurosidad. Se trató de un muestreo no probabilístico y por tanto no es significativo ni representativo en términos estadísticos. Sin embargo, podemos considerarlo un sondeo que se aproxima a un fenómeno actual.

 

En México la marca con mayor confiabilidad es “TV Azteca Noticias”, mientras que la de menor es Latinus. Esto nos ayuda a entender la rabia que tienen muchos periodistas que se han aliado con la oposición. Si los mexicanos no creemos en esas noticias, tampoco estaremos dispuestos a pagar por ellas, sólo el 16% pagaría una suscripción. Sin el dinero de los suscriptores le quedan a los medios el dinero de los anunciantes, el gobierno había sido un buen cliente pero ya no entrega “chayote”. Sin dinero en las agencias de prensa la calidad periodística baja y la desesperación aumenta, por eso vemos cada día montajes y fake news más burdas.

 

La prensa debe recuperar el prestigio que algunos mercenarios de la pluma se encargaron de enlodar. Hay muchos periodistas honestos y con altos valores, para ellos, mis compañeros de Imagen Poblana, va nuestro reconocimiento.

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

 

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