A 24 años del terremoto de 1999: un recuerdo imborrable para Puebla

A 24 años del terremoto de 1999: un recuerdo imborrable para Puebla

Foto: Enfoque

El 15 de junio de 1999, se registró uno de los peores desastres naturales en el estado de Puebla, un terremoto de magnitud 7.1 con epicentro en el municipio de Tehuacán dejó una profunda marca en la memoria colectiva de la región, pues el devastador evento sacudió la zona centro del país, causando grandes daños y cobró la vida de al menos 15 personas, de acuerdo con cifras oficiales.

 

El sismo ocurrió aproximadamente a las 03:41 pm hora local, a pesar de los antecedentes de 1985, la población fue tomada por sorpresa, edificios, casas y comercios se sacudieron violentamente, y en muchos casos, colapsaron de forma parcial o total.

 

Según los reportes oficiales, las áreas más afectadas fueron el centro de Tehuacán y sus alrededores, incluyendo la capital poblana. Las comunicaciones se vieron interrumpidas, lo que dificultó la coordinación de las labores de rescate y aumentó la incertidumbre entre los habitantes.

 

Los servicios de emergencia, los cuerpos de rescate y los voluntarios se movilizaron rápidamente para atender a los heridos y buscar sobrevivientes entre los escombros. La solidaridad y el espíritu de ayuda se manifestaron una vez más, y cientos de personas colaboraron incansablemente para rescatar a aquellos atrapados bajo los escombros.

 

Según el informe del gobierno federal, el sismo tuvo una duración de 45 segundos y causó daños en gran parte del estado de Puebla, así como afectaciones en la Ciudad de México, Veracruz, Guerrero, Morelos y Oaxaca. Además de las 15 personas fallecidas, hubo 188 lesionados y cerca de 150 millones de dólares en daños materiales.

 

 

Las secuelas son visibles hasta nuestros días

 

Tras el terremoto, se inició una ardua tarea de reconstrucción y recuperación. Los esfuerzos se centraron en proporcionar refugio a los damnificados, brindar atención médica y restablecer los servicios básicos, pero los daños en la infraestructura tuvieron un impacto significativo en el patrimonio histórico.

 

De acuerdo con el reporte del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, se registraron un total de 437 templos con daños, así como 841 escuelas y 88 hospitales afectados en diversas localidades como Acatlán, Amozoc, Atlixco, Cholula, Izúcar de Matamoros, San Mateo Ozolco, Tecamachalco, Tehuacán, Tepexi de Rodríguez y otras.

 

La iglesia de San Lorenzo, una construcción colonial del siglo XVI, sufrió graves daños en su estructura, especialmente en su torre. Este icónico edificio religioso se convirtió en un símbolo de la resistencia de la comunidad, y su posterior restauración fue un testimonio de la voluntad de preservar el legado histórico.

 

 

En la capital poblana, uno de los edificios más afectados fue el Carolino, de 416 años de antigüedad; el templo de la Compañía, aledaño al Carolino, también se afectó y lo mismo ocurrió con el área que ocupaba Comunicación Social en el Palacio Municipal, así como el Palacio de Justicia, el edificio de Correos, el templo de San Agustín, la Biblioteca Palafoxiana y el Museo José Luis Bello.

 

Los trabajos de restauración han permitido que actualmente se puedan apreciar las trabes metálicas utilizadas para proteger el edificio del Carolino, el cual ha sufrido varias intervenciones tras los sismos registrados en 2017 y 2022. Debido al riesgo que presentaba el daño estructural, la sede de la facultad de Sicología tuvo que ser reubicada.

 

El terremoto de 1999 sigue siendo recordado como uno de los eventos más devastadores en la historia reciente de México. La reconstrucción y preservación del patrimonio han sido fundamentales en el proceso de recuperación, dejando un legado de valor incalculable para las generaciones futuras.

Notas Relacionadas