En México, más de 51 mil personas fallecen anualmente por enfermedades atribuibles al tabaco, un problema de salud con cerca de 139 defunciones al día, según cifras de la Secretaría de Salud. Por ello, para las personas fumadoras que desean dejar el tabaco existen diferentes opciones de tratamiento especializado en la prevención, manejo y control de pacientes con adicción al tabaco.
Ubicada en la Ciudad de México (CDMX), la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es una opción gratuita. El tratamiento en la clínica dura 12 semanas y busca brindar herramientas para modificar los pensamientos, emociones y sentimientos relacionados con el cigarro, mediante terapia cognitivo-conductual.
La clínica atiende a personas que desean dejar de fumar desde su apertura en Ciudad Universitaria en el año 2000, aunque tras la pandemia de Covid-19 amplió el alcance de su programa. Esto a través de sesiones de terapia grupal, retroalimentación y acompañamiento utilizando la plataforma Zoom, donde es posible acceder desde cualquier punto del país.
También en la CDMX, el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), a través de su Clínica Especializada en Tabaquismo, cuenta con un programa para quienes buscan dejar el cigarro. A cargo de la Secretaría de Salud, el programa para dejar de fumar del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) cuenta con un éxito del 85 por ciento de pacientes que dejan de fumar al mes y un 35% al año.
Para otros lugares del país, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) cuenta con 155 clínicas para dejar de fumar, 94 de ellas a nivel estatal y 61 a nivel regional. Similarmente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece a sus derechohabientes terapia psicológica y farmacológica para tratar su dependencia a la nicotina.
Con motivo del Día mundial sin tabaco 2023, el 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó su campaña Cultivemos alimentos, no tabaco. Esta busca animar a los gobiernos a cesar las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar tales recursos para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles.
Según la OMS, el tabaco se cultiva en más de 124 países, principalmente en tierras que podrían dedicarse al cultivo de alimentos para millones de personas, reduciendo la inseguridad alimentaria. Pese a tratarse de un cultivo poco rentable para agricultores y gobiernos, la industria tabacalera exagera su importancia económica, advierte también el organismo.
El consumo de tabaco es un problema de salud pública para el cual deben tomarse medidas a distintos niveles. En cuanto a la atención de los pacientes que desean dejar de fumar, actualmente existen diversas opciones de terapia psicológica y farmacológica en distintas clínicas, varias con acceso gratuito en la Ciudad de México. (Notipress)