El día de ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó la versión preliminar de su “Panorama Económico 2023” destacan que la India ha desplazado a China en su velocidad de crecimiento, mientras que México es el país Occidental que más crecerá. Aquí lo analizamos.
Aunque las alicaídas fuerzas de derecha han intentado en los medios de comunicación y redes sociales establecer la narrativa de que en México vamos mal, el grueso de la población percibe mejoras sustanciales en su día a día y por eso el discurso de la oposición no logra “enganchar a las audiencias”. Muestra de ello son los sondeos de opinión donde el presidente Andrés Manuel obtiene hasta 80% de aprobación; pero también están los índices de confianza del consumidor y del productor donde los encuestados afirman tener una expectativa positiva. No es mera imaginación o enamoramiento del carisma presidencial, es la realidad.
Un analista torpe, digamos un economista vulgar, como los que abundan hoy en televisión y radio, diría que una inflación mayor al 4% y una tasa de crecimiento del 3% no es un buen resultado. Pero, comparado con el contexto de recesión que se vive en el mundo, la economía mexicana es una locomotora. México está viviendo un milagro económico que ya se reconoce internacionalmente.
La siguiente gráfica muestra las proyecciones que realizó la OCDE para lo que resta de este año y el siguiente. De los miembros de este club de países ricos Turquía va a la cabeza por atrás de India y China que no son miembros. México es el segundo país miembro con mejores proyecciones y el cuarto a nivel mundial de los países analizados, muy por encima de nuestros socios comerciales Canadá y Estados Unidos; supera a Europa y el resto de las economías occidentales. De hecho, una de las causas por las que nuestro país no crecerá más, es porque sus socios no crecerán.
Datos de la OCDE
Este desempeño económico es resultado de la política económica de Andrés Manuel. El informe de la OCDE encuentra dos causas la expansión del consumo interno y el aumento de la inversión extranjera. Desde el inicio de este sexenio proyectamos que los aumentos salariales -que ya duplicaron al mínimo- serían un motor económico importante; incluso, a pesar de la inflación, los salarios en México no perdieron poder adquisitivo. Mientras que las inversiones extranjeras reflejan la confianza que los empresarios tienen en el gobierno y esto redunda en un círculo positivo: mayor confianza, mayor inversión, mayor crecimiento y un país que crece es más atractivo para invertir que uno que no crece.
La fortaleza económica se refleja en diferentes variables macroeconómicas: en lo que respecta al empleo tenemos la tasa de desocupación más baja que se haya registrado, ha crecido la participación de la mujer en el mercado laboral, se revirtió la brecha salarial de género y la tasa de informalidad disminuye.
Otra variable es el tipo de cambio, nunca como ahora se había fortalecido nuestra moneda, tanto en términos nominales como en términos reales. Hoy jueves en la mañana se cotizaba el dólar en 17.36 pesos que es la misma que tenía en diciembre de 2015; el euro abrió en 18.59 pesos que es el valor que tenía en diciembre de 2008 ¡hace 15 años!, mientras que la libra esterlina se vende en 21.62, muy similar al valor de 2004 ¡se ha revaluado casi 20 años!
Los tipos de cambio reflejan las condiciones de intercambio, tener un peso fuerte significa que ahora nuestros productos valen más en el exterior y tenemos mayor capacidad de compra sobre los productos extranjeros, por ejemplo, ¿ya cotizó unas vacaciones en Europa o Estados Unidos o está pensando comprar alguna mercancía importada? No es que hayan bajado de precios, es que nuestro peso hace que nos parezcan más baratos.
Otros resultados que debemos valorar son la disminución de la pobreza y la desigualdad que bajaron a un ritmo más acelerado que el promedio de América Latina. Actualmente más de 25 millones de mexicanos reciben una transferencia de gobierno por conducto de los programas del bienestar. Estos apoyos están cambiando las vidas de ancianos y jóvenes, los núcleos familiares de ellos e impacta en el desarrollo local de las comunidades.
Los datos son irrefutables, la derecha y los actores conservadores deberán admitir los resultados económicos favorables que han desnudado que ellos carecen de proyecto de nación. Observe que de los 4 países que más crecerán este año y el próximo, ninguno aplica políticas neoliberales. El neoliberalismo está muerto y por ello la derecha se ha quedado sin proyecto político ni económico, aunque haya trasnochados que no se enteran de nada e insisten en volver al neoliberalismo. Pero el pueblo sabio no lo permitirá, por eso debemos seguir informando y educando a ese pueblo sabio.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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