Cada cierto tiempo surgen noticias que impactan al mundo por lo inverosímiles que resultan, y una de esas es el caso de una orca que ha causado estragos en las playas de España debido a que ataca embarcaciones. El cetáceo recibe el nombre de Gladys, pero su caso recuerda a una serie que abarca una temática similar en la que los animales se rebelan frente a los humanos.
Las aguas de Gibraltar vieron el pasado 2 de mayo el primer caso en el que Gladys y más orcas atacaron a un velero y terminaron por hundirlo. Los científicos han advertido que este comportamiento no es habitual, pues ha enseñado a más miembros de su especie a hacer lo mismo frente a otros barcos.
Dos días después, otro grupo de orcas llevó a cabo otro atentado idéntico, que culminó con otro velero bajo el agua. El móvil de estos sucesos se debe a que presuntamente la primera orca habría sido embestida por un barco pequeño o estuvo atrapada en una red durante una pesca ilegal, lo que despertó su enojo ante estos vehículos marítimos. Esto ha causado que muchos dueños opten por no sacar a mar abierto sus veleros para evitar ser víctimas de las orcas.
Sin duda es un evento sobresaliente, pero se asimila en gran medida a la serie de ciencia ficción “Zoo”, que se emitió entre 2015 y 2017 con tres temporadas. Se basa en una novela homónima de los escritores James Patterson y Michael Ledwidge, cuyo argumento se sustenta en que los animales que un día sirvieron de entretenimiento o compañía para los humanos, ahora se han vuelto en su contra.
No es simplemente un lapsus en el que desobedezcan, sino que literalmente se tornan violentos y agresivos contra las personas que se paran frente a ellos. Jackson Oz, un joven zoólogo que trabaja junto a un grupo de científicos y expertos en el área, investigan este fenómeno y descubren que los ataques por parte de los animales van más allá de sus vivencias, ya que se replican en todo el mundo.
Conforme transcurre la historia de la primera temporada, se dan cuenta de que los ataque se han vuelto más frecuentes y no cesan, llegando a la muerte de muchas personas, algo que se da durante toda la primera temporada.
La segunda temporada da un giro en los sucesos cuando se dan cuenta de que el cambio en los animales se debe a una mutación genética en la que segregan una sustancia que los vuelve más agresivos. A esto se suma que hay grupos en favor de los animales y buscan que todos queden en libertad para acabar así con el resto de la humanidad, a la par de que buscan una cura para dicho gen maligno.
Finalmente, en la tercera temporada el foco se va más allá del grupo protagónico, sino que ahora también se ven las consecuencias a nivel mundial y cómo los animales han avanzado en el dominio de múltiples ciudades en todo el planeta. Aquí también se abarca cómo las agresiones tienen raíz en los efectos del cambio climático y las afectaciones de la humanidad en el medioambiente, donde los humanos son los que deben evitar su propia extinción.
Algo que se asemeja aún más entre la serie y lo sucedido con las orcas es la capacidad de asociación entre los animales. Las orcas son una especie altamente sociable, que se caracteriza por desarrollar interacciones complejas entre sí, además de que suelen ser matriarcales y con sistemas de comunicación y aprendizaje que las faculta para adoptar nuevas conductas de otras.
A lo largo de la serie, se ve que muchos animales que en otras ocasiones no son tan organizados se relacionan como algo que solo se ve en la naturaleza con las orcas. Cuando se encuentran con algún impedimento para cazar, dichos cetáceos se las ingenian para que sus presas sucumban con facilidad, incluso si no están en agua.
Suena increíble, pero esta no es la primera ocasión en que una orca se vuelve en contra de las personas, toda vez que en el documental “Blackfish” del 2013 se cuenta la historia de Tilikum, un ejemplar que estuvo años recluido en un parque de diversiones acuático, donde él era el principal atractivo.
Este pone sobre la mesa la temática de cómo el cautiverio hace que los animales sean violentos, lo que también se aborda en “Zoo”. La orca Tilikum terminó matando a tres personas en sus 30 años de cautiverio, creando debate sobre este tipo de entretenimiento.