La infertilidad es un problema reproductivo que afecta tanto a hombres como a mujeres y que, además de los efectos que tiene para la salud de las personas, también tiene repercusiones sociales en las relaciones de pareja.
La infertilidad es un problema de salud reconocido por la Organización Mundial de la Salud debido a que hay una gran parte de la población a nivel mundial que la padece y que cada vez es más frecuente.
A fin de visibilizar los problemas que tiene la infertilidad, la atención que deben de tener los pacientes y el apoyo psicológico que necesitan las parejas, es que cada 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Infertilidad.
¿Qué provoca infertilidad?
Como se mencionó en un principio, la infertilidad es una enfermedad reproductiva que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, de ahí que sea necesario detectar cuáles son las causas específicas.
En el caso de los hombres, en quienes es más frecuente la infertilidad, las principales causas son los problemas de eyaculación, problemas hormonales y baja movilidad de los espermatozoides.
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También es frecuente que haya un bajo número de espermatozoides en el semen o que incluso haya ausencia de los mismos. Otro problema es que los espermatozoides no se forman adecuadamente, pero también puede tratarse de un problema del espesor del semen, pues mientras más denso es, menos permite a los espermatozoides llegar al óvulo.
En el caso de las mujeres, encontramos que los problemas hormonales son una de las principales causas, pero también puede deberse a las trompas de Falopio bloqueadas por algún mal genético o desarrollo hormonal.
También se puede deber a problemas con los fibromas uterinos, así como a la falta de ovulación y una calidad deficiente en los óvulos; en tanto que otra causa importante puede ser la endometriosis, que es una enfermedad que se desarrolla tejido afuera y dentro del útero, así como de las trompas de Falopio y los ovarios.
¿Se puede evitar la infertilidad?
Hay dos tipos de infertilidad que pueden deberse no solamente a los problemas anteriormente citados sino a una cantidad de factores que se desarrollan en una persona y que pueden ser de índole físico y mental.
Por ejemplo, personas que tienen una mala calidad en su alimentación y llevan una vida sedentaria suelen tener más problemas para concebir que las personas que se alimentan adecuadamente y hacen ejercicio.
El sobrepeso también es un problema al momento de procrear, así como el consumo de cigarros y el estrés, que puede provocar alteraciones hormonales que afecten a la fertilidad de las personas.
Sin embargo, cuando se detecta algún problema para concebir, lo más recomendable es que la pareja acuda con un especialista para que ambos se sometan a un análisis clínico y se pueda detectar la causa.
En caso de que exista alguna solución, el especialista se encargará de determinar el tratamiento adecuado para que se pueda llegar a la concepción y se pueda llevar un embarazo saludable.
En este sentido, además del tratamiento médico se debe de acudir con un especialista en psicología, pues la salud mental de una pareja que atraviesa problemas de infertilidad puede influir negativamente en la relación.
Generalmente los problemas mentales asociados con la infertilidad son la depresión y la ansiedad, que no solamente afectan a los pacientes sino a todo su entorno, incluida su pareja sentimental.
El apoyo psicológico también permitirá atender problemas de estigma como el hecho de la falsa creencia de que las mujeres son más infértiles que los hombres, pues la concepción machista impide a muchos varones reconocer que el problema puede estar en ellos.
