Mal de principio a fin, así es la historia de la “Estrella de Puebla”

Mal de principio a fin, así es la historia de la “Estrella de Puebla”

Foto: Enfoque

La imagen del estado de Puebla dio un cambio radical después de la gestión del exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien hizo múltiples obras en diferentes puntos del estado. Las más significativas estuvieron dentro de la zona metropolitana, aunque algunas estuvieron rodeadas de polémica, incluida la famosa “Estrella de Puebla”.

 

Este atractivo turístico se inauguró el 22 de julio de 2013 con motivo del 151 aniversario de la Batalla de Puebla. Los planes para su instalación iniciaron apenas unos meses antes, pero el proyecto siempre fue criticado porque se consideraba innecesario, costoso y poco rentable.

 

Ostenta el récord Guinness como la rueda de observación portátil más grande del mundo, con 80 metros de altura, 69.8 de diámetro y 54 góndolas de observación con capacidad para ocho pasajeros, lo que la haría un punto de referencia internacional para Puebla, algo que nunca ocurrió. El primer descontento fue en torno a su costo, ya que se pagaron 200 millones de pesos para que fuera instalada y un gasto total de 400 millones por la inversión del Parque Lineal.

 

Rafael Moreno Valle propuso que se instalara en el Paseo Bravo, pero el plan fue negado por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Debido a esto, se cambió para ponerla en la zona del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), pero vecinos y padres de familia se opusieron por posibles riesgos para los miles de estudiantes que asisten. Finalmente, el sitio elegido fue la zona comercial de Angelópolis.

 

Apenas una semana después de la inauguración presentó problemas de funcionamiento en los frenos de emergencia y obligó a una evacuación de emergencia de los usuarios con el apoyo de grúas y escaleras, lo que causó alejamiento de los visitantes.

 

La idea era que convocara al menos a un millón de visitantes por año, aunque en sus mejores momentos ni siquiera se acercó a esa cifra. De acuerdo con los datos ofrecidos por el Portal Nacional de Transparencia (PNT), entre el 31 octubre y diciembre del 2015, la Estrella apenas acumuló 111,011 visitantes, equivalente a poco más de 3’158,681 pesos.

 

Su mejor mes de recaudación fue en diciembre del 2018 con 3'166,754 pesos, mientras su mejor mes de abordaje fue en diciembre del 2017, con 93,141 visitantes. Igualmente, el 2018 fue el de mejores rendimientos, juntando más de 32’370,627 pesos y 532,128 turistas, un poco más de la mitad planteada para cada año.

 

En otros años los números sus números fueron los siguientes:

 

2016: 643,013 visitantes y 18’674,720 pesos

 

2017: 602,492 visitantes y 17’745,571 pesos

 

2019: 484,960 visitantes y 17’546,061 pesos

 

2020 (hasta mayo): 109,604 visitantes y 4’428,080 pesos

 

2021 (sólo junio): 22 visitantes y 1,068 pesos

 

A parte de Rafael Moreno Valle, pasaron más administraciones que tuvieron que lidiar con la Estrella, incluido Antonio Gali Fayad, quien fue sucedido brevemente por Martha Erika Alonso y, tras su fallecimiento, fue electo para el puesto Luis Miguel Barbosa Huerta. Entre los múltiples problemas a solucionar que encontró el morenista se enlistó que esta atracción era poco útil y suponía un gran gasto para la entidad.

 

Poco antes de la pandemia por Covid-19, el gobernador planteó la idea de moverla de zona, para lo que debían contratar a alguna empresa que se encargara de los planes y la logística. Barbosa quería que se trasladara hasta el área de San Francisco, pero tuvo desacuerdos con su secretario de Cultura, Julio Glockner Rossainz, lo que causó la renuncia del funcionario.

 

Con el aumento de la pandemia, se cerraron operaciones en la rueda para evitar aglomeraciones y más contagios. Hasta hoy sigue así, pero el motivo ya no es por sanidad, sino por los costos. En octubre de 2022, el mandatario informó que reanudar su funcionamiento requería más de 100 millones de pesos, un gasto que no harían para atender otras áreas de mayor urgencia en Puebla.

 

 

En su momento, sugirió que lo mejor era concesionar para que fuera un privado quien se encargara del mantenimiento y manejo, pero hasta ahora no se ha concretado esa idea. Antes de su muerte, Miguel Barbosa seguía insistente con moverla a San Francisco, para que estuviera cerca del Centro Histórico, en los barrios originarios.

 

Actualmente, Sergio Salomón Céspedes dijo que la rueda podría reactivarse para antes de que finalice el 2023, con el mismo proyecto de dar licencia a una empresa para la operación. El gobernador dijo que se analizan dos propuestas para que el atractivo vuelva a funcionar, aunque no hay un acuerdo todavía. Mientras tanto, la famosa Estrella de Puebla seguirá parada y aún muy lejos de recuperar el dinero invertido.

Notas Relacionadas