Atender los nuevos retos que implica la agenda de género puede ser desafiante para las autoridades gubernamentales, pero el reto se incrementa cuando se tiene que atender este tipo de asuntos en el extranjero y con un choque cultural de por medio.
Así lo destaca en entrevista con Imagen Poblana Rita Vargas Torregrosa, cónsul adscrita de México en Nueva York, desde donde se encarga de brindar protección a mujeres y motivar a su empoderamiento cultural, laboral y personal.
La funcionaria destaca que uno de los principales intereses de la gente es saber cuáles son los trabajos que hace un consulado como el que ella representa, pues muchas veces las personas no se acercan a ellos cuando están en el extranjero.
Vargas Torregrosa explica que la labor consular es garantizar el respeto a los derechos de todos los ciudadanos en el extranjero, no solamente en temas propios de las relaciones exteriores, sino en los derechos civiles, tanto de hombres como de mujeres.
“Los consulados de México en el exterior tenemos como prioridad la defensa de los derechos de los mexicanos; dentro de esto, el tema de género es fundamental porque ahí es donde encontramos grandes diferencias en cuanto al tipo de trato que se genera en contra de las mujeres”, dice.
Sobre su trabajo, afirma que el papel del consulado es difundir sesiones informativas acerca de los derechos de los mexicanos, de lo que significa la responsabilidad de tener hijos, de la responsabilidad del respeto entre las parejas y todo lo demás que de ahí se deriva.
Este tipo de actividades se vuelven complejas debido a que, en el caso de las familias mexicanas, llegan con una carga cultural a los Estados Unidos sin estar conscientes de que en la unión americana son más estrictos con el cumplimiento de acciones ilegales como la violencia doméstica.
Desde su experiencia, destaca que muchas veces la violencia familiar tiene repercusiones legales más inmediatas, ya que los mismos vecinos saben que deben denunciar cualquier tipo de maltrato doméstico.
Esto no ocurre en México y es por ello que el consulado se encarga de atender los problemas relacionados con la violencia familiar, para garantizar la correcta defensa de la víctima y de toda su familia que está en riesgo.
Vargas Torregrosa reconoce que aún hay una diferencia abismal entre la agenda de género que se tiene en los Estados Unidos y la que está ocurriendo en México, pero “aun así nuestro país tiene cosas rescatables”.
“Esta mirada internacional de los retos en materia de género, cada país los asume de manera diferente, pero en el caso de México sí nos ha llevado a luchar en todos los ámbitos y a sacar adelante todas las responsabilidades que tenemos”, sentencia.
Finalmente, expresa que el apoyo de un consulado para enfrentar problemas como la violencia de género, no solamente está en la reacción cuando ya ocurrió una agresión, sino que se emprende a través del empoderamiento, como la entrega de una visa de trabajo que permita a las mujeres desarrollarse plenamente.