El secuestro virtual es una forma de delinquir relativamente nueva que consiste en privar de la libertad a una persona y contactar a sus familiares exigiendo un rescate, pero a diferencia de un secuestro habitual, no se utiliza violencia física y todo se hace a través de engaños y amenazas.
En el secuestro virtual, los delincuentes únicamente requieren de un teléfono móvil mediante el cual darán órdenes a la víctima y a sus familiares, sin que en algún momento haya un contacto con alguna de las partes.
Esto hace que el secuestro virtual sea menos riesgoso para los delincuentes, por lo que en los últimos años se ha dado una proliferación en el número de casos, aunque rara vez logran detener a los responsables.
¿Qué es el secuestro virtual?
De forma muy básica podemos establecer que el secuestro virtual es una extorsión telefónica mediante la cual los delincuentes contactan a una persona para amenazarla y hacer que salga de su domicilio o se dirija a algún lugar en específico.
Generalmente, los delincuentes se hacen pasar como miembros de un grupo criminal y profieren amenazas muy fuertes hacia sus familiares, por lo que la víctima obedece a sus órdenes con tal de que no dañen a alguno de sus seres queridos.
En la mayoría de los casos, le piden a la víctima que rente un cuarto en algún hotel y que ingrese ahí hasta que ellos se lo indiquen, además le piden que apague su teléfono celular o cualquier otro medio de comunicación.
Una vez que logran que la víctima esté incomunicada, los delincuentes empiezan a llamar a sus familiares diciéndoles que tienen secuestrado a su ser querido y que necesitan entregar determinada cantidad de dinero como rescate para que lo liberen.
Los familiares de la víctima intentan contactarlo, pero como el teléfono está apagado no es posible hacerlo y en algunos casos los familiares pagan el dinero que les están exigiendo como rescate.
En otros casos, se ponen en contacto con las autoridades, específicamente la Fiscalía General del Estado, que en la mayoría de los casos logra ubicar en cuestión de horas a la víctima sin que se tenga que mediar de por medio algún pago.
¿Cómo evitar un secuestro virtual?
Los pasos a seguir son prácticamente los mismos para ambas partes, tanto la persona que recibe una llamada en la que le ordenan que se dirija a determinado lugar, como para los familiares que se encargan de recibir la llamada de los delincuentes.
Lo primero que debes de hacer es identificar el número del cual te están llamando, pues la mayoría de los teléfonos móviles cuentan con identificador de llamadas y esto permitirá hacer más fácil su rastreo.
Una vez que se escucha la llamada amenazante, lo que la persona debe de hacer es colgar de inmediato y llamar a las autoridades para que inicien una investigación, en caso de que los delincuentes vuelvan a ponerse en contacto.
También se recomienda ponerse en contacto con los familiares para saber que todo está bien y en normalidad, pero si por alguna razón alguno de ellos no es posible de contactar, guarda la calma y si ya agotaste todas las medidas para su localización, procede a contactar a las autoridades.
¿Cómo se sanciona?
Otro de los motivos por los cuales el secuestro virtual ha incrementado es porque no tiene las mismas penalidades que el secuestro extorsivo tradicional, ya que penalmente únicamente se sanciona como extorsión telefónica.
De acuerdo con el artículo 292 Bis del Código Penal del Estado de Puebla, comete el delito de extorsión el que "con ánimo de conseguir un lucro o provecho, amenace a otro por cualquier medio con la finalidad de causar daños morales, físicos o patrimoniales".
El Código establece que el culpable de este delito se hará acreedor a una sanción que va de los dos a los 10 años de cárcel, así como una multa que va de los 10,374 a los 103,740 pesos.
Dichas sanciones son considerablemente menores a las establecidas por el delito de secuestro, que actualmente en Puebla se sanciona con penas que van de los 18 a los 50 años de cárcel.
Es un delito difícil de perseguir y lograr la captura de los responsables, debido a que muchas veces los delincuentes están en una entidad federativa.