Norma Piña, la magistrada que abona a la verdadera división de poderes

En diciembre de 2022 terminó el tiempo en que el ministro Arturo Zaldívar presidió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con ello, vino el cambio al frente de la máxima instancia de justicia del país, dejando a la ministra Norma Lucía Piña Hernández como presidenta de la Corte, la primera mujer en subir al cargo y también algo que causó reacciones en todo México.

Desde su arribo como presidenta de la SCJN fue muy cuestionada por un sector de los mexicanos, ya que no se mostró apegada a la línea y no se intimidó por las descalificaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador. En contraste, hay otro sector que la ve con buenos ojos y como un símbolo de que en México aún hay separación de poderes.

Después de una serie de atropellos y el actuar cuestionable por parte del gobierno federal, la autonomía con la que se ha manejado Norma Piña ha sido una señal de aliento para quienes muestran hartazgo hacia la 4T.

Durante la ceremonia de conmemoración de la Constitución, el 5 de febrero en Querétaro, Norma Piña y AMLO coincidieron por primera vez en un acto de estado, aunque la molestia del presidente se dio cuando la ministra no se levantó para rendirle pleitesía. Eso sirvió para que el jefe del Ejecutivo se lanzara contra ella.

Aunque durante la presidencia de Arturo Zaldívar en la Corte se le tomó como un hombre progresista, se sabía que es allegado a López Obrador, algo que ha demostrado incluso en las votaciones posteriores. Con Norma Piña, el panorama es opuesto, ya que no hay partido o afiliación por la que se incline, sino que ha mostrado en repetidas ocasiones su conocimiento en materia constitucional y apego a la ley, sin importar ningún tipo de imposición.

Naturalmente, desarrollar sus labores de esa manera le ha valido para que los seguidores de AMLO se pronuncien contra ella e inclusive se aglomeren en las inmediaciones de la Corte para pedir su dimisión desde hace dos meses.

A manera de respuesta, el domingo 28 de mayo, miles de personas en todos los estados del país se juntaron para marchar en defensa de la ministra Piña Hernández y a favor de la autonomía de la SCJN. Consignas como “La Corte no se toca”, “Todos Somos Norma” o “La ley es la ley”, mexicanos en todo el territorio nacional respaldaron a la ministra.

Durante este año, el ejercicio de las labores de la Suprema Corte ha sido bien visto por el grueso de la población, en parte gracias al trabajo de Norma Piña, quien ha devuelto la confianza a los mexicanos. En una encuesta que llevó a cabo el periódico ‘El Financiero’, se constató que la sociedad tiene mejor percepción de la SCJN que del propio presidente, con un 61 % de aprobación, frente al 54 % con el que goza el mandatario.

Y es que la ministra ha dejado claro que es una figura que podría llegar a otras instancias. En un momento se posicionó a favor de la militarización, pero recientemente rectificó y votó para separar a la Guardia Nacional de la SEDENA. También apoyó la despenalización del aborto en Coahuila, el uso recreativo de la marihuana y la eliminación de la prisión preventiva oficiosa como recurso constitucional. También generó simpatía cuando votó a favor de hacer públicos los datos de los máximos proyectos de la federación como el Tren Maya.

Su impacto ha sido tal que se ganó el soporte de los integrantes de otros partidos como Santiago Creel, Xóchitl Gálvez y Margarita Zavala del PAN, pero también otros como Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano. De igual forma, su trabajo le da el respaldo de organizaciones civiles que están en contra de las acciones del gobierno federal, pues en ella ven a una figura firme.

Su periodo como presidenta de la SCJN termina hasta el 2026, mientras que su puesto en la Corte culmina hasta el 2030, pero en el tiempo que dura la sociedad ha reconocido la convicción de Norma Piña. Aunque no se sabe si posteriormente aspiraría a un puesto de elección popular, actualmente sí representa el pensar y los ideales de muchos mexicanos.